REPUNTE DE LOS PRECIOS.

La inflación interanual sube al 2,2% en marzo y rebasa el límite del BCE para la zona euro

El primer aviso de que la inflación en España puede dispararse sonó ayer tras conocerse que los precios subieron un 0,4% en marzo pasado y que la tasa de los últimos 12 meses se elevó al 2,2%. El 0,9% que lleva en el año es justo la mitad del objetivo anual. El efecto moderador que en meses anteriores tuvieron los carburantes y los alimentos se ha diluido, a lo que se añade un avance de medio punto en la inflación del sector servicios (el 30% de peso en el índice). El 2,2% de inflación anual supone un serio golpe para la competitividad de la economía española, al ser la primera vez, desde la ...

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El primer aviso de que la inflación en España puede dispararse sonó ayer tras conocerse que los precios subieron un 0,4% en marzo pasado y que la tasa de los últimos 12 meses se elevó al 2,2%. El 0,9% que lleva en el año es justo la mitad del objetivo anual. El efecto moderador que en meses anteriores tuvieron los carburantes y los alimentos se ha diluido, a lo que se añade un avance de medio punto en la inflación del sector servicios (el 30% de peso en el índice). El 2,2% de inflación anual supone un serio golpe para la competitividad de la economía española, al ser la primera vez, desde la incorporación al euro en enero pasado, que se rebasa el techo del 2% fijado por el Banco Central Europeo (BCE). Esto en un momento en que la autoridad monetaria ha decidido reducir medio punto el precio oficial del dinero (al 2,5%), lo que dificultará el control de la inflación en los próximos meses.

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Con datos de febrero, los últimos publicados por Eurostat (la Oficina Estadística de la UE), España está en la cola de los países del euro en cuanto a inflación, sólo superada por Irlanda y Portugal (en este país los precios subieron cinco décimas en marzo). Francia, que tuvo un repunte de 0,4% por el petróleo en marzo, tiene una interanual también del 0,4% En febrero, la media del Euro 11 fue del 0,8% y España estaba en el 1,8%.

El Gobierno toma medidas

Desde Economía ya se temía un repunte de los precios en marzo, y a ello responden las medidas contra la inflación que hoy seguramente aprobará el Consejo de Ministros y que pueden centrarse en bajar precios de gas, electricidad, sanidad, educación... Por su parte, el ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, aseguró que el repunte no se debe a los incrementos salariales. Un mensaje que el Ejecutivo lanza por primera vez. Entre los expertos no se esperaba un salto de esta dimensión y los más pesimistas apuntaban como máximo un 0,2% de incremento en marzo. Finalmente, el índice de precios al consumo (IPC), que elabora el Instituto Nacional de Estadística, ha arrojado una subida del 0,4% en marzo respecto a febrero. Esta subida se registró en marzo de 1996, mientras que en los dos años anteriores a 1999 la variación de marzo fue cero. Hace tres años, terminó en el 3,2%; en 1997, en el 2% y en 1998, en el 1,4%.

Ahora el riesgo es que se produzca un empeoramiento, pero no tan acusado como para llegar a los niveles del primer año de Gobierno del PP (1996). Mientras Economía insiste en que no revisa su objetivo para 1999 (el 1,8%), porque espera que los precios se moderen en la segunda parte del ejercicio, los servicios de estudios privados elevan su previsión al 2,3%.

El hecho de que los dos años anteriores el mes de marzo fuera tan positivo para el control de la inflación hace que las dificultades este año sean importantes. Éste es el motivo estadístico por el cual la inflación de los últimos 12 meses se ha disparado cuatro décimas respecto a febrero (1,8%), hasta el 2,2%, el mismo nivel alcanzado en julio de 1998.

El problema es que en los sectores más inflacionistas no hay avances. Todo lo contrario. Este problema se agravó en marzo porque los productos que más contribuyeron a moderar los precios el pasado año ahora rebotan.

En los primeros hay que destacar, una vez más, la inflación del sector servicios, que ha superado medio punto la registrada en febrero y ha elevado dos décimas su variación de los últimos 12 meses, hasta el 3,8%. Este ritmo responde a la fuerte demanda interna, ya que los salarios se han mantenido moderados, y a la ausencia de medidas liberalizadoras eficaces.

Dentro del sector servicios destacan las subidas en calefacción, alumbrado y distribución de agua (0,4%), servicios para el hogar (0,6%), transporte público interurbano (1,9%), educación infantil y básica obligatoria (0,5%), artículos de uso personal (0,6%) y turismo y hostelería (0,8%). Economía achaca la subida en este último capítulo al adelanto de la Semana Santa, si bien este año comenzó a finales de marzo y los datos del IPC se recogen hasta el día 20.

Los servicios, peor

El alza en servicios contrasta con el de los precios de los bienes industriales, que han subido sólo una décima en marzo y hasta el 1,6% en 12 meses. A este argumento se agarra Economía para decir que la competitividad no está aún dañada, si bien los expertos señalan que los precios de los servicios acabarán por contaminar a los demás. Para agravar este mal estructural, los alimentos y de los carburantes se han disparado también en marzo. En alimentos, la subida ha sido de medio punto en relación a febrero, con especial incidencia del aceite de oliva (5,7%) y la patata (4,6%). En los últimos 12 meses los alimentos han subido un 2,4%, dos décimas por encima de la media. Economía explica estos resultados porque las cosechas han sido peores que el año pasado.

En carburantes y combustibles la subida ha sido del 2%, cuando en el último año y medio se habían registrado continuos descensos. Aquí se acusa la subida del precio del petróleo en los mercados internacionales, ante la cual las compañías distribuidoras han reaccionado con celeridad y coincidencia. En los últimos 12 meses este capítulo ha bajado un 3,1%.

El enquistamiento de los precios en servicios ha provocado que la inflación subyacente (descontados alimentos frescos y energía) haya subido tres décimas y se haya elevado al 2,5% en los últimos 12 meses. Al ser un IPC malo para la mayoría de los productos que lo componen, el diferencial entre inflación subyacente e índice general se ha reducido a tres décimas.

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