Libertad sin fianza para siete de los ocho detenidos por el incendio del bar Papaloca

Jesús Gutiérrez, de 40 años de edad, y Ángeles Pancorvo, de 37, sus dueños, habrían planeado y ejecutado en la madrugada del pasado sábado, en colaboración con algunos clientes y amigos, el incendio del bar Papaloca, de Santander, para cobrar los seis millones de pesetas en los que lo habían asegurado dos días antes, según explicó ayer por la mañana el jefe superior de policía de Cantabria, Sebastián García. Pero ambos niegan que existiese una póliza de seguros sino sólo un estudio previo sin validez a la hora de cobrar, informa Efe.El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de la capital ...

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Jesús Gutiérrez, de 40 años de edad, y Ángeles Pancorvo, de 37, sus dueños, habrían planeado y ejecutado en la madrugada del pasado sábado, en colaboración con algunos clientes y amigos, el incendio del bar Papaloca, de Santander, para cobrar los seis millones de pesetas en los que lo habían asegurado dos días antes, según explicó ayer por la mañana el jefe superior de policía de Cantabria, Sebastián García. Pero ambos niegan que existiese una póliza de seguros sino sólo un estudio previo sin validez a la hora de cobrar, informa Efe.El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de la capital cántabra decretó ayer la libertad de ambos, sin fianza, así como la de cinco de los otros seis detenidos porque, según su auto, sólo existen de momento "pruebas indiciarias" contra ellos. Al matrimonio le exige, eso sí, presentarse cada semana en el juzgado.

Mientras, José Reyes, de 23 años, es el único inculpado que permanece en prisión tras haberse confesado autor en solitario de los hechos en un aparente intento de exculpar al resto. La investigación podría terminar con la detención de Santos López, de 21, que se encuentra hospitalizado como consecuencia de las quemaduras que sufrió a causa de la explosión del recinto.

Siempre según la versión policial, Reyes dijo ser el autor material del incendio en una disparatada operación en la que cooperaron algunos amigos y trabajadores eventuales de los dueños del Papaloca. Dos clientes, Héctor C. C. y Manuel I. G., de 19 años ambos, se pusieron de acuerdo con la novia del herido, Tamara M. S., de 22, para en la noche del siniestro adquirir apresuradamente en tres estaciones de servicio unos 80 litros de gasolina para provocar la ignición del establecimiento tras derramar el combustible por sus dos plantas.

Mientras tanto, 236 personas afectadas por la explosión, que dañó las viviendas y los coches cercanos, han presentado denuncias. El Ayuntamiento tiene abierta una oficina de atención a los damnificados y ha habilitado 50 millones de pesetas para ayudarles en las reparaciones.

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