Las maniobras de Menem para optar a un tercer mandato dividen a Argentina
El presidente Carlos Menem no sólo ha conseguido mantenerse desde hace casi un año en el centro del debate político en Argentina con sus periódicos intentos de seguir en el poder. El último capítulo de lo que popularmente se conoce como el culebrón de la re-re (por re-reelección para un tercer mandato, prohibido constitucionalmente) ha provocado un cisma en la oposición y en el Gobierno. En la primera hay fuertes disensiones ante la convocatoria por el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, en manos de la Alianza opositora, de una consulta popular sobre la reelección. En el oficialismo...
El presidente Carlos Menem no sólo ha conseguido mantenerse desde hace casi un año en el centro del debate político en Argentina con sus periódicos intentos de seguir en el poder. El último capítulo de lo que popularmente se conoce como el culebrón de la re-re (por re-reelección para un tercer mandato, prohibido constitucionalmente) ha provocado un cisma en la oposición y en el Gobierno. En la primera hay fuertes disensiones ante la convocatoria por el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, en manos de la Alianza opositora, de una consulta popular sobre la reelección. En el oficialismo, la crisis ha estallado por el intento, desde el propio Gobierno, de un supuesto acuerdo entre Menem y su máximo rival en el Partido Justicialista, Eduardo Duhalde.El Gobierno de la capital argentina, que preside Fernando de la Rúa, candidato de la Alianza en las elecciones presidenciales de octubre, ha convocado para el próximo 28 de marzo la consulta después de que los legisladores porteños dieran luz verde el jueves por la noche. La pregunta que tendrán que contestar los ciudadanos será "¿Está de acuerdo que contra lo dispuesto por la Constitución nacional el doctor Carlos Menem intente ser reelegido como presidente de la Nación?". Las papeletas tendrán una acotación: "El Gobierno de la Ciudad tiene la obligación de defender la Constitución nacional y realizar todas las medidas a su alcance para evitar su violación".
Los menemistas consideran que la pregunta es capciosa e induce a una respuesta determinada. ¿Para qué servirá esta consulta?, preguntan. Para qué preguntar lo obvio, señalan, si la Constitución estipula claramente que no está permitido un tercer mandato consecutivo del presidente de la nación. La apuesta tiene, además, sus riesgos. Un triunfo abrumador del no es previsible, ya que la capital vota habitualmente contra Menem. Pero si se da una alta abstención, debida al poco tiempo disponible para preparar la campaña y al cansancio de la gente, el mayor perjudicado será De la Rúa. Otra consulta popular con carácter no vinculante tendrá lugar en la provincia de Buenos Aires. El gobernador Eduardo Duhalde, máximo rival de Menem en las filas peronistas que también aspira a sucederle en la Casa Rosada, firmará el lunes la convocatoria, aunque ayer todavía no estaba perfilada la fecha. La pregunta que se hará a los ciudadanos será: "¿Está a favor de que los diputados y senadores nacionales por la provincia de Buenos Aires voten una ley que habilite la reforma de la Constitución nacional para permitir una nueva reelección del presidente de la nación?". Duhalde es un adversario que provoca más dolores de cabeza al presidente. Ambos están en el mismo partido, y es, sin duda, la personalidad más fuerte que ha producido el peronismo después del general Perón y de Menem.
Desautorización presidencial
En plena batalla entre los dos santones del peronismo se filtró a la prensa que el secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan, se reunió con Duhalde en la quinta que éste tiene en Don Tomás de San Vicente. Ambos habrían avanzado hacia un acuerdo para una retirada definitiva de Menem de sus proyectos de reelección. El presidente desautorizó inmediatamente a quien pasa por ser el hombre de su máxima confianza en el Gobierno. "No he autorizado ningún tipo de negociación o acuerdo con Eduardo Duhalde", afirma un comunicado de Menem. Duhalde había adelantado que ningún secretario inicia gestiones en nombre del presidente sin su consentimiento y menos viaja con el helicóptero presidencial sin autorización. En la Casa Rosada era patente el malestar, y algunos testigos subrayaron el enojo de Menem con su colaborador, quien descargó en la prensa toda responsabilidad. Fuentes del PJ señalan que lo que está verdaderamente en juego es el liderazgo del partido de Gobierno.
Menem todavía no ha dicho aún su última palabra. En sus manos está la convocatoria de las elecciones internas y el anuncio de si se presentará como candidato. La primera prueba será mañana en las elecciones a gobernador en la provincia de Catamarca. Menem ha apostado fuerte por su candidato Ramón Saadi, cuyo Gobierno encubrió el crimen de la joven María Soledad, que conmocionó a la sociedad argentina.