Entrevista:

Nikola Poplasen: "Seguiré hasta el final del mandato"

El líder serbobosnio no acepta su destitución como presidente de la República Srpska

El político ultranacionalista serbobosnio Nikola Poplasen, de 48 años, destituido de su cargo de presidente de la República Srpska (RS) hace poco más de una semana por el alto representante de la comunidad internacional para Bosnia-Herzegovina (B-H), el ex ministro de Exteriores español Carlos Westendorp, no acata la decisión y asegura que seguirá en la presidencia hasta el final de su mandato, e incluso que después le reelegirán dos veces más.

Poplasen concedió a EL PAÍS una entrevista en el despacho presidencial de la República Srpska, en la capital Banja Luka. En la entrevista, Popla...

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El político ultranacionalista serbobosnio Nikola Poplasen, de 48 años, destituido de su cargo de presidente de la República Srpska (RS) hace poco más de una semana por el alto representante de la comunidad internacional para Bosnia-Herzegovina (B-H), el ex ministro de Exteriores español Carlos Westendorp, no acata la decisión y asegura que seguirá en la presidencia hasta el final de su mandato, e incluso que después le reelegirán dos veces más.

Poplasen concedió a EL PAÍS una entrevista en el despacho presidencial de la República Srpska, en la capital Banja Luka. En la entrevista, Poplasen acusa a Westendorp, a Washington y a gente del primer ministro en funciones de la RS, el socialdemócrata Milorad Dodik, que colabora con la comunidad internacional, de preparar toda clase de maquinaciones, incluso un atentado, para retirarle de la política. Poplasen califica a Dodik de "traidor" y "espía de Estados Unidos". Poplasen se define como liberal, es profesor de Sociología y enseñó en Sarajevo, donde vivió 23 años, pero no ha vuelto nunca a la capital de Bosnia desde el fin de la guerra. Asegura que no lo hace por miedo, sino que prefiere visitar otros lugares, como Barcelona, Roma o Madrid.Al inicio de la entrevista, cuando el enviado de EL PAÍS le planteó si se le debe tratar de "señor presidente" o de "presidente destituido", Poplasen, con una sonrisa irónica, respondió: "Le voy a dar una respuesta democrática. Si usted respeta el acuerdo de Dayton, la Constitución de Bosnia-Herzegovina y la República Srpska y los resultados de las elecciones, tendría que tratarme de presidente de la República. Si respeta más las decisiones antidemocráticas, ilegales e ilegítimas de su compatriota, el señor Westendorp, entonces depende de usted. Y si le cae simpático el señor Gelbard , me puede llamar señor terrorista".

No le importan a Poplasen los llamamientos de Westendorp, para que muestre inteligencia y abandone su cargo: "El señor Westendorp tendría que respetar la inteligencia. La gente respeta mucho lo que no tiene. Yo tengo la confianza de mis ciudadanos y también de la Asamblea Nacional de la República Srpska. El resto son elementos añadidos".

A la pregunta de si resistirá hasta que lo retiren las tropas internacionales de SFOR, dice: "Si la situación en los Balcanes y en el mundo no se convierte en algo dramático y no estalla una guerra, yo seguiré como presidente dos años más y después seré reelegido dos veces". Ve negro el futuro el destituido presidente: "Se van a producir situaciones dramáticas". Considera Poplasen, como "parte de un amplio contexto", su destitución y el laudo arbitral que coloca la ciudad de Brcko bajo control de serbios, bosnios y croatas y supervisión internacional.

Afirma rotundo que va a resistir, "hasta que no se decida según la Constitución y la ley. La Asamblea Nacional tendría que poner en marcha el procedimiento de destitución y entonces se convocaría un referéndum. Hay otras variantes, que no las considero, sino alguna gente de Washington junto con el señor Westendorp. Por ejemplo, un atentado, escenificar conflictos, acusaciones de crímenes de guerra para llevarme a La Haya". A la pregunta de si le busca el Tribunal de La Haya por crímenes de guerra, Poplasen responde: "La oficina del Alto Representante tiene esa variante. Es pura imaginación y una mentira completa, pero cuando se trata de un poder tan grande, las mentiras y las imaginaciones sirven como argumentos".

A la amenaza de Westendorp de prohibir su Partido Radical Serbio (SRS), replica: "Tengo informaciones de que algunos de SFOR y de la comunidad internacional, junto con la gente de Dodik, están escenificando algunos conflictos sobre el terreno, para echar la culpa al SRS. Eso sería la justificación para la prohibición. Tenemos ejemplos de eso, como la matanza del mercado Markale en Sarajevo". Se refiere Poplasen a un bombardeo sobre civiles, que hacían la compra en el mercado durante el asedio de Sarajevo. Los serbios aseguran que fue una provocación de los musulmanes bosnios para conseguir una intervención internacional.

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Añade Poplasen: "Mi partido está contra todo tipo de violencia. Queremos que los objetivos se logren por caminos legítimos. Todo lo demás es una proyección. Cuando Gelbard habla sobre mi terrorismo, él habla sobre las acciones que él mismo ha planeado y realizado. Pienso en las matanzas de nuestra gente en la calle. Es una pura acción terrorista. Cada día SFOR entra en las viviendas particulares sin mandato para ello, humilla a la gente con los controles en las carreteras, para lo que tampoco tiene mandato. Yo hablé aquí con Gelbard y él divide a los presidentes de los países en locos y cooperadores".

Sobre el retorno de los musulmanes a sus antiguos domicilios en la República Srpska, dice: "Es el derecho individual de cada ciudadano. Todo el que quiere volver tiene que ser protegido por la República Srpska y por mí mismo. Es una pregunta rara. Provocaría una respuesta racista. Clasificar a la gente según la nación o la religión es caer en una postura racista".

Bajo ningún concepto aceptaría Poplasen un trueque entre la independencia de Kosovo y pasar la República Srpska a Yugoslavia: "No. Eso sería cosa de pequeños comerciantes. Se trata de una especulación sin sentido". No obstante, la idea de que la RS se una a Yugoslavia no le parece descabellada, aunque se asegura en dejar claro que respeta lo acordado en Dayton: "Esto es un asunto de los ciudadanos que viven en Bosnia-Herzegovina. Si estuviesen a favor los musulmanes, los croatas y los serbios, eso se podría hacer. Pero esa idea sólo la podemos tratar dentro del acuerdo de Dayton. Existe ahí una aceptación internacional de Bosnia-Herzegovina con tres comunidades y dos entidades con igualdad de derechos y todos lo tienen que respetar".

El primer ministro en funciones Dodik es su bestia negra: "No tiene mayoría. Si la tuviera, tampoco podría formar gobierno, porque es un traidor. Él trabaja para la destrucción de la República Srpska. Para explicarlo más fácil, se trata de un espía americano".

Reconoce Poplasen que habla mucho con Belgrado, "tan a menudo, que ni me acuerdo. Allí vive una parte de mi familia", y también con el viceprimer ministro de Serbia, el ultranacionalista radical Vojislav Seselj, "muy a menudo, aunque no cada día". A la pregunta de si sigue los consejos de Seselj, responde: "Él sigue más bien los míos. Yo tengo un cargo más alto que él. Si no me hubiese escuchado, las fuerzas de la OTAN quizá ya estarían en Kosovo. Yo le advertí sobre nuestra experiencia. Todo empieza con los observadores y termina con la ocupación". Para Poplasen, la República Srpska es un país ocupado: "¿Cree usted otra cosa? Vaya por las carreteras, mire las decisiones de los organismos nacionales. Podemos buscar otro término. La historia se repite con variaciones. Éste es el problema de romper el acuerdo de Dayton".

A la pregunta de si merece la pena ir a una guerra por Brcko, afirma: "La respuesta a esa pregunta sólo es posible, si se ven las cosas desde el punto de vista de la utilidad. Yo ni soy utilitarista, ni pragmático, sino idealista. Yo pienso que todo vale la pena, cuando están en juego los valores más altos". No piensa que se deba morir por Brcko, "pero sí por la paz, por la independencia, para la supervivencia biológica, por la igualdad".

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