Steven Spielberg, Tom Cruise y Nicole Kidman despiden a Kubrick

El cineasta fue enterrado ayer en su finca del norte de Londres

"Prohibido el paso". El letrero a la entrada de la mansión de Hertfordshire, al norte de Londres, resultaba apto para resumir la vida y muerte del cineasta norteamericano Stanley Kubrick, sepultado ayer en los terrenos de su finca en una ceremonia estrictamente privada y a la que sólo tuvieron acceso poco más de un centenar de personas, entre ellas el cineasta Steven Spielberg, el actor Tom Cruise y su mujer, Nicole Kidman. El recluido director vio así realizada su voluntad de morir y ser enterrado en paz y con la menor pompa posible.

Fue una ceremonia sobria a la que asistieron parient...

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"Prohibido el paso". El letrero a la entrada de la mansión de Hertfordshire, al norte de Londres, resultaba apto para resumir la vida y muerte del cineasta norteamericano Stanley Kubrick, sepultado ayer en los terrenos de su finca en una ceremonia estrictamente privada y a la que sólo tuvieron acceso poco más de un centenar de personas, entre ellas el cineasta Steven Spielberg, el actor Tom Cruise y su mujer, Nicole Kidman. El recluido director vio así realizada su voluntad de morir y ser enterrado en paz y con la menor pompa posible.

Fue una ceremonia sobria a la que asistieron parientes, amigos personales y astros del cine, que se mezclaron ante un sencillo ataúd de olmo cubierto de lirios blancos. Al pie del féretro, con expresión sombría, estaba Tom Cruise, vestido de negro, corbata del mismo color. A su lado, su mujer, Nicole Kidman, también de estricto luto, no dijo una palabra. Un poco mas allá, con el pelo bien recortado, el director Steven Spielberg daba el pésame a la mujer de Kubrick, Christiane, y a sus tres hijas, Katherine, Anya y Vivian. El cineasta norteamericano, afincado en el Reino unido desde 1963, deja detrás 13 largometrajes realizados a lo largo de más de 40 años de carrera. Entre ellos, 2001, una odisea del espacio; Barry Lyndon, Atraco perfecto, El resplandor, La naranja mecánica y La chaqueta metálica.La presencia de Cruise y Kidman constituyó un homenaje de los actores a la obra póstuma de Kubrick, Eyes wide shut, un thriller cuyo montaje final había concluido hace pocas semanas en los estudios de su casa. La pareja, que interpreta en el filme a un matrimonio de psiquiatras neoyorquinos que, destruidos por los celos, se sumergen en todo tipo de relaciones sexuales, tuvo que soportar uno de los rodajes más largos, duros y complicados de sus carreras. Kubrick necesitó 400 horas de rodaje para su filme, del que se bajaron a medio camino Harvey Keitel y Jennifer Jason Leigh cuando el cineasta les dijo que tenían que regresar a Londres para rodar otra vez sus escenas.

De momento, sólo un reducidísimo grupo de personas conoce las dos horas y 17 minutos de la película, cuyo estreno en EE UU será el próximo 16 de julio. Entre esas personas está la ejecutiva y representante de algunas de las mayores estrellas de Hollywood, Pat Kingsley. Kingsley, según informa el periodista del New York Times Bernard Weinraub, viajó a la casa de Kubrick el pasado viernes para ver en la sala de proyecciones del cineasta el filme. Kubrick habló por teléfono con ella desde la misma casa (el cineasta tenía fiebre y no bajó a la proyección) y, según explica Kingsley, le señaló que estaba por fin satisfecho con el resultado final del filme, y que incluso pensaba conceder algunas entrevistas, aunque en ningún caso lejos de su casa. La película, que viajó a Los Ángeles bajo el brazo del montador de Kubrick, fue también proyectada a dos altos cargos de la Warner, y regresó en el siguiente vuelo a Londres.

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