El "galanteo" entre Txabi y Enriqueta

En las comisiones del Parlamento hay sitio para casi todo. El nerviosismo de la primeriza -ayer protagonizado por la portavoz del PNV, la diputada Izaskun Bilbao- o el silencio sepulcral -y van ya tres comparecencia relacionadas con Interior- en el caso de los parlamentarios de EH, Raquel Peña y Kepa Gordejuela, de nuevo auténticos convidados de piedra. Otras veces las miradas, inquisidoras ellas, acaban tornándose en suculentos guiños y, en otras, en piropos que desatan la hilaridad de sus señorías. Balza fue ovacionado ayer por las carcajadas llegadas desde los bancos de todo el arco parlame...

En las comisiones del Parlamento hay sitio para casi todo. El nerviosismo de la primeriza -ayer protagonizado por la portavoz del PNV, la diputada Izaskun Bilbao- o el silencio sepulcral -y van ya tres comparecencia relacionadas con Interior- en el caso de los parlamentarios de EH, Raquel Peña y Kepa Gordejuela, de nuevo auténticos convidados de piedra. Otras veces las miradas, inquisidoras ellas, acaban tornándose en suculentos guiños y, en otras, en piropos que desatan la hilaridad de sus señorías. Balza fue ovacionado ayer por las carcajadas llegadas desde los bancos de todo el arco parlamentario. Andaba el consejero de Interior, Txabi para los amigos, mirando fijamente a la parlamentaria del grupo mixto de Unidad Alavesa. No era fijación, no. La cosa era seria, muy seria: la eficacia de la Ertzaintza para luchar contra ETA o los episodios de violencia callejera en el País Vasco. Balza hablaba para los tres portavoces del bloque constitucionalista. Pero su mirada estaba clavada en Enriqueta de Benito. No era fijación, no. Pero hasta el propio Balza debió de percatarse, porque alegó que su discurso iba para los tres partidos. Claro que puestos a mirar, "es más bonito mirar a Enriqueta", dijo. Cuando le llegó el turno de réplica, la diputada foralista agradeció las "galantes palabras del consejero". Y enrojecieron casi al unísono.