Cartas al director

Sorprendente

Resulta sorprendente que una iniciativa política compleja como la de la Asamblea de Cargos Electos Vascos haya suscitado un editorial, a mi juicio, tan poco ponderado como el de Vértigo nacionalista, aparecido en EL PAÍS el 7 de febrero, tras la convocatoria de Pamplona. Si algo puede causar vértigo, es la constatación del desencuentro que en torno a la cuestión vasca reflejan editoriales como el anterior en dos puntos esenciales:1.Los no nacionalistas no deberían ignorar la existencia de una conciencia nacionalista constatable políticamente en mayor o menor grado a ambos lados d...

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Resulta sorprendente que una iniciativa política compleja como la de la Asamblea de Cargos Electos Vascos haya suscitado un editorial, a mi juicio, tan poco ponderado como el de Vértigo nacionalista, aparecido en EL PAÍS el 7 de febrero, tras la convocatoria de Pamplona. Si algo puede causar vértigo, es la constatación del desencuentro que en torno a la cuestión vasca reflejan editoriales como el anterior en dos puntos esenciales:1.Los no nacionalistas no deberían ignorar la existencia de una conciencia nacionalista constatable políticamente en mayor o menor grado a ambos lados del Pirineo y de las dos comunidades autónomas de Navarra y Euskadi.

La Asamblea de Cargos Electos de Pamplona es una iniciativa política que, con discutible oportunidad pero indudable interés, da testimonio de esa realidad y del vacío institucional para articular una cooperación transfronteriza. Sería interesante cotejar esta iniciativa con otras similares en el marco de la Unión Europea, como la vigente para Alsacia entre Francia y Alemania.

No resulta a priori preocupante que la cooperación transfronteriza se dé por acuerdos entre municipios, y de hecho ya existe un precedente para la cuenca de Bidasoa.

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2. Los nacionalistas deberían, a su vez, tener en cuenta que la realidad territorial está supeditada a la voluntad democrática, y que en Euskal Herria se dan muy diversas sensibilidades tanto en lo que al hecho nacional vasco se refiere como en cuanto a su compatibilidad con ordenamientos estatales y administrativos, que conviene respetar mientras reflejen el respaldo de los electores a los que la Asamblea de Cargos Electos pretende representar.

La nueva institución podría llenar un vacío y ser una pieza interesante en las relaciones entre los diferentes territorios históricos siempre y cuando se ajuste a lo anterior sin sobredimensionarse.

Editoriales que inspiran "vértigo" nacionalista (y de la especie que se desee), pues lo hay españolista, vasquista, navarrista y galo, no son la forma más constructiva e inteligente de enfocar un tema que requiere solución para todos y a la altura del proceso en curso, que no es otro que el de la paz y el respeto al mandato de las urnas.- . Consejero de Cultura y Cooperación. Embajada de España en La Habana.

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