La Comisión Europea exige que las ayudas a las eléctricas no paralicen la rebaja de precios

La directiva europea de liberalización del sector eléctrico entra hoy en vigor. La llegada de la competencia, aunque sea por etapas, debe revertir en un descenso generalizado de los precios. La anticipación en algunos países de esta extensión del mercado interior ha generado ya rebajas hasta del 60%. Queda pendiente la aprobación, rebaja o anulación por la Comisión Europea de los llamados Costes de Transición a la Competencia (CTC) en 12 países, entre ellos España. El criterio que aplicará Bruselas es que estas ayudas "no deterioren" el "objetivo principal, la rebaja de precios".

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La directiva europea de liberalización del sector eléctrico entra hoy en vigor. La llegada de la competencia, aunque sea por etapas, debe revertir en un descenso generalizado de los precios. La anticipación en algunos países de esta extensión del mercado interior ha generado ya rebajas hasta del 60%. Queda pendiente la aprobación, rebaja o anulación por la Comisión Europea de los llamados Costes de Transición a la Competencia (CTC) en 12 países, entre ellos España. El criterio que aplicará Bruselas es que estas ayudas "no deterioren" el "objetivo principal, la rebaja de precios".

El comisario de la Energía, Christos Papoutsis, fue exigente al hacer esa petición. Y explicó que este fleco de los Costes de Transición a la Competencia (CTC) se resolverá en el mes de marzo. 12 países han anunciado compensaciones, todos salvo Suecia, Finlandia e Italia. Se acogen a que la directiva reconoce el derecho de los antiguos monopolios a ser compensados por las inversiones tecnológicas realizadas o por los acuerdos irrevocables de compra de energía que ya no sean rentables en un escenario liberalizado.Las compensaciones pueden ser de tres tipos: limitación de la apertura del mercado; apoyo a la energía generada mediante ciertos combustibles o directamente financieras. El Gobierno español optó por estas últimas, a razón de 8.233 millones de euros (1,37 billones de pesetas), cuantía que provocó una gran polémica con el presidente de la Comisión Eléctrica, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que admitía un máximo de 781 millones de euros (130.000 millones de pesetas).

Vigilancia

¿Cómo dirimirá Papoutsis si esas cantidades son excesivas o adecuadas? En un documento distribuido durante su conferencia de prensa, advierte de que "la Comisión será muy vigilante sobre el impacto de los mecanismos de compensación en los precios de la electricidad", pues "el objetivo principal de la directiva, la reducción de precios, no debe ser socavado".

Este principio es relevante para el caso español, por cuanto la reducción de precios prevista para los próximos años (2,5% este año y 1% hasta el 2001) es la mitad de lo que sería si no se concedieran a la eléctricas las compensaciones de 1,3 billones previstos. Papoutsis reiteró que el Ejecutivo comunitario será "neutral", pese al alineamiento público de su subordinado, el director general Pablo Benavides, con las tesis de Madrid.

Paralelamente, los servicios del comisario de la Competencia, Karel Van Miert, prosiguen su análisis sobre estas compensaciones. Van Miert obligó al ministro de Industria, Josep Piqué, a tramitarlas como "ayudas públicas", susceptibles de falsear el libre juego del mercado. Eso implica que debe notificarlas a Bruselas -de momento sólo las ha prenotificado- y que la cantidad final quedará en manos de la Comisión. Aparte de este contencioso, el mercado interior eléctrico sólo exhibe otro flanco débil, la tardanza de Francia e Italia en trasponer la directiva al ordenamiento interno.

Por eso, Papoutsis pudo felicitarse ayer del éxito del inicio liberalizador, en un mercado que mueve 150.000 millones de euros (24,9 billones de pesetas). "Prevemos fuertes rebajas de precios dentro de cada Estado miembro y fuertes reducciones de las diferencias de precios entre los Estados miembros", auguró. La directiva -para cuya aplicación Irlanda y Grecia disponen de períodos adicionales de un año- prevé una liberalización escalonada hasta el año 2003, desde el 26,48% del mercado a partir de hoy hasta el 33% en el citado año. En el 2003 se habrá rebajado el límite de consumo para poder elegir suministrador a nueve gigawatios/hora/año, desde los 20 previstos en el 2000.

Pero los resultados de la liberalización ya se han anticipado, en parte porque países como Alemania, Suecia, Finlandia, y Reino Unido la han completado. Eso ha revertido en que en 1999 algunos clientes industriales paguen un 30% menos que en 1998. Y en 1998, las rebajas sobre los precios de 1994 llegaron a alcanzar el 52% para los hogares en Grecia y hasta el 21,27% para las industrias alemanas (ver gráfico). España, con reducciones del 36,39% (hogares) y del 15,23% (empresas), se sitúa en un nivel intermedio. En cuanto a precios, con 5,30 euros por 100 kilovatios (881,8 pesetas, impuestos excluidos) para hogares y con 10,29 euros (1.712,1 pesetas) para industrias, España está entre los países más caros.

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