Daniel Passarella exige un año y medio de contrato

Daniel Alberto Passarella, apodado por su dureza -y para su regocijo- El Kaiser, llega hoy a Madrid para negociar un contrato con el Atlético. El ex seleccionador argentino, ex entrenador del River Plate, y ex campeón del mundo en 1978, aterriza con la intención de pedir al director general del Atlético, Miguel Ángel Gil, un contrato por lo que queda de esta temporada más toda la siguiente. Es decir, una pretensiones opuestas a las del Atlético, que sólo quiere firmar al nuevo entrenador hasta final de curso.Passarella mantuvo una conversación telefónica desde Buenos Aires el martes con...

Daniel Alberto Passarella, apodado por su dureza -y para su regocijo- El Kaiser, llega hoy a Madrid para negociar un contrato con el Atlético. El ex seleccionador argentino, ex entrenador del River Plate, y ex campeón del mundo en 1978, aterriza con la intención de pedir al director general del Atlético, Miguel Ángel Gil, un contrato por lo que queda de esta temporada más toda la siguiente. Es decir, una pretensiones opuestas a las del Atlético, que sólo quiere firmar al nuevo entrenador hasta final de curso.Passarella mantuvo una conversación telefónica desde Buenos Aires el martes con Miguel Ángel Gil. En esa charla el directivo le informó del interés del club. Y el técnico, que busca trabajo desde que terminó el Mundial, no se hizo esperar: su mayor ambición es iniciarse como entrenador en Europa, donde ya triunfó como defensa central en el Fiorentina y en el Inter, pero donde todavía no ha estrenado sus métodos: su esquema en el Mundial fue el 3-5-2, con predominio de jugadores de gran despliegue defensivo.

Las condiciones contractuales que ambiciona el técnico chocan con las pretensiones que ha manifestado Miguel Ángel Gil: el club no quiere prolongar el contrato más allá del fin de la Liga. Como dijo ayer su padre, Jesús Gil: "Ya que están admitidas las relaciones prematrimoniales, vamos a convivir antes de casarnos".

Cuando jugaba como defensa central en el Fiorentina coincidió con Sacchi, que entonces entrenaba a los alevines. El italiano lo recordaba con admiración hace unas semanas: "En Coverciano los chavales me decían que lo que les pedía era imposible. Yo les contestaba que no: "¿Veis a Pasarella? Lo que hace él, eso es lo mismo que os pido a vosotros".