Lafontaine defiende en España la necesidad de los fondos de cohesión

Oskar Lafontaine ejerció ayer en Madrid de su doble condición de ministro alemán de Hacienda y de destacado dirigente socialdemócrata. Defendió la existencia en la UE de los fondos de cohesión y subrayó que "no sería aceptable que los Estados más débiles aceptasen la carga principal y los más fuertes no aceptasen carga alguna" en la construcción europea. Advirtió de que está todo por acordar, pero garantizó que en la cumbre extraordinaria de Berlín se hará un esfuerzo para alcanzar un compromiso.

El ministro de Hacienda alemán, que se entrevistó ayer en Madrid con el vicepresidente segu...

Oskar Lafontaine ejerció ayer en Madrid de su doble condición de ministro alemán de Hacienda y de destacado dirigente socialdemócrata. Defendió la existencia en la UE de los fondos de cohesión y subrayó que "no sería aceptable que los Estados más débiles aceptasen la carga principal y los más fuertes no aceptasen carga alguna" en la construcción europea. Advirtió de que está todo por acordar, pero garantizó que en la cumbre extraordinaria de Berlín se hará un esfuerzo para alcanzar un compromiso.

El ministro de Hacienda alemán, que se entrevistó ayer en Madrid con el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, repitió insistentemente que Alemania no cuestiona ni los fondos estructurales ni el fondo de cohesión, y apostó por fortalecer la demanda interna europea para evitar la recesión. Lafontaine, considerado como el dirigente del ala izquierda de la socialdemocracia alemana, subrayó que su país "quiere ser un intermediario honesto que contribuya a un compromiso aceptable para todos". Detrás de sus palabras parecía latir la voluntad de responder a la preocupación expresada recientemente por el presidente del Gobierno español, José María Aznar, en el sentido de que la presidencia alemana no avanzaba a un ritmo suficiente para alcanzar acuerdos en el mes de marzo.

Rato dejó ayer claro que el actual debate sobre la reforma financiera de la UE no es una discusión entre España y Alemania, el país que más recibe y el que más contribuye, sino entre los Quince. España y Alemania coinciden, por ejemplo, en ordenar la contribución de cada país a la UE en función de su producto interior bruto (PIB).

Lafontaine, que permanecerá durante el fin de semana en Madrid, destacó que Alemania tiene siempre en mente a la Europa del Este, y no puede ignorar lo que ocurrirá cuando estos países se incorporen a la UE. De esa forma apuntó al problema de fondo de la UE: cómo se organiza para admitir a los nuevos miembros.