Los partidos denuncian que Chávez sienta la bases de un régimen absolutista
Los poderes de excepción reclamados a los venezolanos por su nuevo presidente, Hugo Chávez, en la segunda de las dos preguntas incluidas en el decreto que les convocará a referendo constituyente, sublevaron a la maltrecha oposición nacional, algunos de cuyos portavoces recuerdan que los grandes dictadores que en el mundo han sido nacieron a caballo de un fuerte apoyo popular.
El grueso de la sociedad, harto de la sucesión de fracasos y desmanes de los dos grandes partidos tradicionales durante los últimos cuatro decenios, concederá probablemente la discrecionalidad solicitada. El vicepr...
Los poderes de excepción reclamados a los venezolanos por su nuevo presidente, Hugo Chávez, en la segunda de las dos preguntas incluidas en el decreto que les convocará a referendo constituyente, sublevaron a la maltrecha oposición nacional, algunos de cuyos portavoces recuerdan que los grandes dictadores que en el mundo han sido nacieron a caballo de un fuerte apoyo popular.
El grueso de la sociedad, harto de la sucesión de fracasos y desmanes de los dos grandes partidos tradicionales durante los últimos cuatro decenios, concederá probablemente la discrecionalidad solicitada. El vicepresidente del Congreso, Julio Castillo, perteneciente al conservador Proyecto Venezuela, advierte contra el arribo de un periodo irrespetuoso con la división de poderes, contra un absolutismo de reminiscencias francesas. "El Estado soy yo", proclamó el rey Luis XIV. "Se está dibujando un Gobierno completamente absoluto, autoritario", avisa Castillo. Los colaboradores del ex teniente coronel golpista aseguran que son tantos y tan graves los problemas nacionales, tan afianzadas la corrupción, la injusticia y el desgobierno, que ni el asombroso mago Mandrake podría arreglar el país sin contar con una Asamblea Constituyente capaz de establecer los fundamentos jurídicos y estructurales de los revolucionarios cambios pretendidos. "¿Qué nos importan las leguleyadas si el problema es político? ¡Señores de la oposición, esto no tiene marcha atrás!", declaró ayer el jefe de Estado. La oposición clamaba al cielo y a la cordura política en la primera sesión del nuevo Congreso, y negó su respaldo al primer decreto presidencial por considerarlo incompatible con el Estado de derecho, preámbulo de nuevos atropellos, y observar intenciones autocráticas, un cheque en blanco extendido al gobernante para determinar a su medida la agenda y miembros de la asamblea encargada de enmendar la Carta Magna de 196l.
Transformar el Estado
La primera pregunta del decreto convoca a asamblea para transformar el Estado y crear un ordenamiento jurídico que permita el funcionamiento efectivo de "una democracia social y participativa". La segunda, la de la bronca, dice: "¿Autoriza al presidente de la república para que mediante un acto de gobierno fije, oída la opinión de los sectores políticos, sociales y económicos, las bases del proceso comicial en el cual se elegirán los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente?". El constitucionalista Duque Corredor piensa que el riesgo de que Chávez incurra en usurpación del poder constituyente se está activando. De momento, Hugo Chávez reactivó los batallones de paracaidistas disueltos tras su participación en el golpe de 1992 contra el Gobierno de Carlos Andrés Pérez, reincorporará a filas a los jefes apartados del servicio por secundar aquel cuartelazo, que fue dirigido por él mismo siendo teniente coronel de paracaidistas. Creará unidades militares que trabajarán con la sociedad civil en el campo o en los servicios, y dijo que las Fuerzas Armadas son "el pueblo uniformado y con armas". Chávez presidió una parada prevista para el martes, día de su investidura presidencial, pero desarrollada ayer para hacerla coincidir con el 4 de febrero, aniversario de una asonada que glorificó en su discurso como inevitable.