Una empresa propia da salida a la leche de los ganaderos de Carranza

Ganaderos del extremo occidental de Vizcaya, con sus explotaciones repartidas por el valle de Carranza y el municipio de Lanestosa, cuentan desde hace cinco años con una empresa propia para gestionar globalmente la venta de su leche al mejor cliente. La sociedad anónima Guvac-Leche ha permitido a los ganaderos negociar los precios y las condiciones de pago y negarse integrase en Iparlat, la empresa de transformación de la leche que ha sido impulsada por la Administración vasca. En el proyecto participan 133 explotaciones ganaderas, que alcanzan una producción de 62.000 litros diarios, aproxi...

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Ganaderos del extremo occidental de Vizcaya, con sus explotaciones repartidas por el valle de Carranza y el municipio de Lanestosa, cuentan desde hace cinco años con una empresa propia para gestionar globalmente la venta de su leche al mejor cliente. La sociedad anónima Guvac-Leche ha permitido a los ganaderos negociar los precios y las condiciones de pago y negarse integrase en Iparlat, la empresa de transformación de la leche que ha sido impulsada por la Administración vasca. En el proyecto participan 133 explotaciones ganaderas, que alcanzan una producción de 62.000 litros diarios, aproximadamente el 15% de la leche que se ordeña en todo el País Vasco. Este año la empresa de Las Encartaciones venderá su leche a cinco clientes, para evitar los riesgos que padecían años atrás al contar con un solo comprador. La última iniciativa de Guvac-Leche ha sido la creación de una planta de recogida y refrigeración de la producción lechera de sus socios. La construcción de la planta ha requerido una inversión de 136 millones de pesetas, para la que no ha recibido ni una peseta de subvención, ni procedente de los fondos de la Unión Europea ni del Gobierno vasco. "Queremos decidir por nosotros, seguir nuestro camino", asegura la gerente de Guvac-Leche, Amparo Flores. PÁGINA 3

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