Crítica:ROCK THE SILOS

Chamán rockero

A pesar del urdir del tiempo, siempre inapelable, la figura de los mitos del rock continúa estirándose y originando pequeños reflejos artísticos a los que sus creadores dedican toda una vida. Éste es el caso de Walter Salas-Humara -norteamericano descendiente de cubanos al que, sin embargo, sus orígenes caribeños no le han impedido aventurarse en las antípodas musicales-, que escogió a Neil Young y Velvet Underground como modelos a imitar y, tras 15 años al frente del grupo The Silos, continúa explotando la mina polvorienta del rock americano por la vertiente más tradicional. En su visita a n...

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A pesar del urdir del tiempo, siempre inapelable, la figura de los mitos del rock continúa estirándose y originando pequeños reflejos artísticos a los que sus creadores dedican toda una vida. Éste es el caso de Walter Salas-Humara -norteamericano descendiente de cubanos al que, sin embargo, sus orígenes caribeños no le han impedido aventurarse en las antípodas musicales-, que escogió a Neil Young y Velvet Underground como modelos a imitar y, tras 15 años al frente del grupo The Silos, continúa explotando la mina polvorienta del rock americano por la vertiente más tradicional. En su visita a nuestro país, la banda fue teloneada por un joven cuarteto madrileño llamado Ñam, que ya cuenta con un disco de presentación en el mercado.Muy divertidas son sus versiones de la amanerada Mariposa tecnicolor, de Fito Páez, y del arenoso It"s a heartache, de Bonnie Tyler.

The Silos y Ñam

Sala Mobi Dick. 1.500 pesetas. Madrid, miércoles 13 de enero.

Acto seguido, Salas-Humara irrumpió en escena acompañado de un poderoso guitarrista y la sección rítmica del grupo español, ya disuelto, Vancouvers; pero la verdad es que el combo sonaba como si llevaran tocando juntos sus componentes un montón de tiempo.

Conjunción

Compactos, ceremoniosos, casi hipnóticos y jugando siempre con la perfecta conjunción entre la voz del solista y una guitarra eléctrica que echaba chispas; Walter Salas parece en escena una especie de chamán armado de una guitarra acústica a la que extrae afilados sonidos y ritmos de cadencia lenta.Además, su aspecto de indio apache refuerza su imagen sombría de rockero desesperanzado y con cierta tendencia a anestesiar las emociones con la ayuda de una botella.

En cuanto al repertorio, figuraban en él principalmente los temas de su último disco, Heater, aunque lo extenso del concierto posibilitó al respetable -entre el que figuraban algunos de los más famosos grupos españoles de rock actual- disfrutar de buena parte de los legendarios temas del grupo como Arms of the sea, Tennessee faire o Susan across the ocean.

Pequeñas joyas musicales de un intérprete menor, si le comparamos con sus modelos, pero muy interesante a juzgar por una obra que no decae con el tiempo, pese a que el carro del interés lleva por otros derroteros musicales.

No importa. El revival del nuevo rock americano está aquí al lado.

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