El Consejo Consultivo catalán rechaza cuatro puntos de la ley de acompañamiento

El Consejo Consultivo de la Generalitat dictaminó ayer que cuatro artículos del proyecto de ley de Acompañamiento de los Presupuestos son inconstitucionales. A la vista de este dictamen, CiU y el PP impusieron para hoy la celebración de un pleno del Parlamento catalán, a fin de aprobar el proyecto cuanto antes. La oposición anunció que impugnará esa convocatoria porque no ha respetado los plazos reglamentarios. La incertidumbre sobre el adelanto de las elecciones ha hecho que Gobierno y oposición lleguen a fin de año a cara de perro.

Pujol tiene dicho que no anunciará la fecha de la cit...

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El Consejo Consultivo de la Generalitat dictaminó ayer que cuatro artículos del proyecto de ley de Acompañamiento de los Presupuestos son inconstitucionales. A la vista de este dictamen, CiU y el PP impusieron para hoy la celebración de un pleno del Parlamento catalán, a fin de aprobar el proyecto cuanto antes. La oposición anunció que impugnará esa convocatoria porque no ha respetado los plazos reglamentarios. La incertidumbre sobre el adelanto de las elecciones ha hecho que Gobierno y oposición lleguen a fin de año a cara de perro.

Pujol tiene dicho que no anunciará la fecha de la cita con las urnas antes de que esté aprobado el proyecto de ley de Acompañamiento de los Presupuestos de la Generalitat para 1999. Por esta razón, CiU acusó hace 10 días a los grupos parlamentarios del PSC y de Iniciativa-Verds (IC-V) de solicitar un dictamen sobre este proyecto al Consejo Consultivo, máximo organismo autonómico de consulta jurídica, con la única finalidad de retrasar y dificultar el anuncio de los comicios.Pero el Consejo Consultivo ha dado la razón a la oposición. Ha considerado inconstitucionales cuatro artículos del proyecto y ha aconsejado modificar otros dos. Y ha advertido genéricamente al Gobierno catalán sobre los riesgos jurídicos y políticos de abusar de este tipo de leyes, que con la justificación de que acompañan al presupuesto se convierten en un totum revolutum, según dice el dictamen, en el que se incluyen las más diversas disposiciones. El dictamen, que consta de 50 folios, fue emitido con inusual rapidez y el consejo lo adoptó por unanimidad.

La reacción de CiU fue considerar que la modificación de los artículos objetados por el Consejo Consultivo es un asunto "técnico" y utilizará la mayoría que forma con el PP para convocar para la tarde de hoy un pleno del Parlamento con el fin de aprobar el proyecto, con las modificaciones requeridas por el Consejo Consultivo. Socialistas y ecosocialistas acogieron esa decisión como un atropello porque se salta los plazos del reglamento, y acusaron a CiU de hacerlo para dejar las manos libres a Pujol a fin de que pueda anunciar ya la fecha de las elecciones autonómicas.

Los convergentes rechazan estas acusaciones. Ramon Camp, su portavoz parlamentario, aseguró ayer que el único objetivo de la mayoría y del Gobierno catalán es hacer todo lo posible para que la ley de acompañamiento pueda entrar en vigor el 1 de enero junto con los Presupuestos, como corresponde. Sostuvo, además, que acortar los plazos de los trámites parlamentarios es práctica habitual.

Los portavoces del PSC y de Iniciativa-Verds, Higini Clotas y Jordi Guillot, respectivamente, replicaron que lo habitual es abreviar plazos sólo cuando hay consenso sobre ello y destacaron que en este caso "se ha vulnerado claramente el reglamento" de la Cámara. Clotas habló de "agresión sin precedentes".

Estas trifulcas hicieron subir el tono de la discusión en la junta de portavoces, en la que se intercambiaron airados argumentos sobre "la degradación del Parlament", y se convirtieron en un índice de la elevación de la temperatura política catalana en las últimas semanas. La oposición de izquierdas acusa a Pujol de pretender un adelanto de las elecciones autonómicas con finalidades exclusivamente partidistas, porque el PP le garantiza la estabilidad parlamentaria de su Gobierno. El PSC e Iniciativa persiguen ahora que Pujol no disponga de ningún momento cómodo para anunciar un adelanto electoral, en busca de un castigo como el sufrido por el presidente francés, Jacques Chirac, cuando adelantó las elecciones legislativas. Tanto el PP como Esquerra Republicana (ERC) se han situado al margen de este forcejeo. El portavoz de ERC, Jordi Portabella, que se abstuvo, expuso un argumento en favor de CiU y otro a favor de la izquierda, en una muestra más de la equidistancia que busca sistemáticamente. Es cierto que se fuerzan los plazos, dijo, pero también lo es que conviene aprobar el proyecto antes de que finalice el año.

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El PP ha apoyado a CiU sin titubeos en esta batalla, en la que está obligado por los pactos presupuestarios mutuos.

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