Irak desaira a la ONU al prohibir que sus aviones aterricen en Bagdad

ENVIADO ESPECIAL

El Gobierno de Sadam Husein prohibió ayer oficialmene los vuelos comerciales utilizados habitualmente por el personal de Naciones Unidas para entrar y salir de Irak. Los vuelos fueron cancelados inesperadamente después de que las autoridades no permitieran al representante personal del secretario general de la ONU utilizar el avión que debía trasladarle desde Bagdad hasta Bahrein.

Prakasha Sha, representante personal del secretario de Naciones Unidas para el conflicto de Irak, se encontró ayer con una desagradable sorpresa cuando intentó salir en avión del pa...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

ENVIADO ESPECIAL

El Gobierno de Sadam Husein prohibió ayer oficialmene los vuelos comerciales utilizados habitualmente por el personal de Naciones Unidas para entrar y salir de Irak. Los vuelos fueron cancelados inesperadamente después de que las autoridades no permitieran al representante personal del secretario general de la ONU utilizar el avión que debía trasladarle desde Bagdad hasta Bahrein.

Prakasha Sha, representante personal del secretario de Naciones Unidas para el conflicto de Irak, se encontró ayer con una desagradable sorpresa cuando intentó salir en avión del país para regresar a su casa, donde pensaba pasar unas cortas vacaciones después de haber vivido los cuatro días de bombardeo en Bagdad.

Prakasha, que tenía proyectado viajar con otros altos funcionarios de la ONU, se vio obligado a desistir de su propósito y abandonar el país por carretera, efectuando un largo viaje hasta Ammán, que dura unas 10 horas.

Las autoridades iraquíes habían prohibido horas antes que aterrizara en el aeropuerto de Bagdad el avión de Naciones Unidas que venía desde Bahrein a recogerle.

Irak justificó ayer la decisión en una nota oficial que aseguraba que la medida había sido adoptada como precaución para evitar desagradables incidentes con las baterías antiaéreas, que permanecen desde la semana pasada en permanente situación de alerta, aun después de finalizados oficialmente los ataques norteamericano-británicos.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La decisión demuestra que el régimen de Irak está dispuesto a hacer respetar el embargo aéreo impuesto por Naciones Unidas en 1991 al país. La prohibición de volar viene siendo cumplida estrictamente por toda la población, incluido personal diplomático extranjero, así como por los más altos dirigentes del Gobierno, quienes se ven obligados a entrar y salir de Irak por la carretera que les conduce hasta Ammán.

Desplante diplomático

Los únicos que habían logrado eludir hasta ahora esta orden de embargo eran los inspectores de desarme de Naciones Unidas (Unscom), así como algún que otro importante responsable de esta organización, entre los que se encontraba el representante del secretario general. El uso abusivo de estos vuelos venía siendo criticado por las embajadas occidentales en Bagdad, que en el fondo lo que deseaban era estar incluidos en esta cuota de privilegiados.El desplante del régimen de Irak con respecto al diplomático paquistaní Prakasha Sha ha sorprendido en medios políticos, ya que este funcionario es uno de los mejores aliados que tiene el régimen de Irak en Naciones Unidas, a través del cual Sadam Husein mantiene una línea directa y permanente con Kofi Annan.

La labor de Prakasha le ha llevado a adoptar posiciones casi heroicas, negándose en reiteradas ocasiones a abandonar el país durante la crisis del pasado noviembre y la actual, despreciando el peligro de las bombas.

Ayer, mientras se zanjaba este conflicto, empezaba a llegar a Irak cerca de un centenar de camiones cargados con ayuda humanitaria procedentes de las fronteras de Siria, Jordania y Turquía, reiniciándose de esta manera el puente de solidaridad con la población civil. La llegada de estos camiones se vio precedida por el regreso de cerca de un centenar de funcionarios de las organizaciones humanitarias de la ONU, que se han puesto ya a trabajar en la distribución de los alimentos, al tiempo que intentan hacer una evaluación de los daños producidos por los bombardeos. "Tardaremos al menos un mes para tener un balance fiable de los daños y poder recuperar el ritmo de trabajo habitual", aseguraba ayer un portavoz de las agencias humanitarias internacionales.

Archivado En