Clara Montes culmina con el éxito un viaje iniciado en los bares

La artista madrileña vende 50.000 discos de los 'Poemas de amor' de Antonio Gala

Su carrera empezó a los 18 años, en un tablao flamenco, poco después de que muriera su padre, Cristóbal Montes, pero a los cinco ya se subía en una mesa a cantar fandangos y a los 12 ya tocaba la guitarra y "componía cositas". Luego, Clara Montes cantó en los cafés madrileños, "en todo tipo de bares", se fue a Buenos Aires a hacer "copla y flamenco ligerito", regresó a España, acompañó a Amancio Prada durante cuatro años y por fin llevó su maqueta a las discográficas. Emi le dijo que sí, pero que flamenco, no. "Entonces se me ocurrió lo de Gala. Y aquí estamos".

Está nada menos que ante...

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Su carrera empezó a los 18 años, en un tablao flamenco, poco después de que muriera su padre, Cristóbal Montes, pero a los cinco ya se subía en una mesa a cantar fandangos y a los 12 ya tocaba la guitarra y "componía cositas". Luego, Clara Montes cantó en los cafés madrileños, "en todo tipo de bares", se fue a Buenos Aires a hacer "copla y flamenco ligerito", regresó a España, acompañó a Amancio Prada durante cuatro años y por fin llevó su maqueta a las discográficas. Emi le dijo que sí, pero que flamenco, no. "Entonces se me ocurrió lo de Gala. Y aquí estamos".

Está nada menos que ante su primer Disco de Oro. Clara Montes canta a Antonio Gala ha vendido 50.000 ejemplares en apenas diez meses. Es un disco básicamente melódico, que combina 12 poemas de amor de Antonio Gala; músicas de gente como Rosana, Pedro Guerra, Antonio Vega, Juan Carlos Calderón, Paco Ortega o Agustín Pareja Obregón, y la voz dulce y llena de sentimiento de Montes.El disco lo ha producido Rosa León, y entre los músicos están Gerardo Núñez y Juan Cerro. Un sueño para cualquier artista que empieza a grabar, aunque Montes no esté empezando propiamente y aunque tenga todavía clavada una espina. "Siempre quise cantar flamenco. Fue lo que me enseñó mi padre. He cantado muchas cosas de Lole, de la Niña de los Peines, que para mí es el gran genio... Pero el flamenco es muy difícil, y yo tengo la voz demasiado fina para los cantes serios... Aunque ya me daré el gustazo algún día".

Montes siempre ha sido compositora y cantante, pero en el disco sólo hay un tema suyo. "En el próximo habrá más, espero. Tengo 40 canciones, y le gustaban mucho a la gente que me iba a oír a los cafés... Pero este disco ha sido también como un regalo", añade, "porque cantar canciones de otros, cuando esos otros son quienes son, quiere decir que confían en ti como cantante".

La grabación se hizo entre Madrid y Río de Janeiro, lo que permitió a Montes seguir abriendo horizontes. "Me gustan muchas músicas, y me parece que eso se nota también en el disco, porque hay aires del Sur, ritmos brasileños, cosas de cuerda que recuerdan a mi época con Amancio Prada, el toque cubano que le da Juan Márquez..."

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