El hospital de Alzira, un caso diferente

"Que nadie se confunda, el hospital de Alzira no tiene nada que ver con una fundación pública". Éste es el discurso que manejan en Valencia la oposición y los sindicatos, que afirman que lo que ha hecho el Gobierno de Eduardo Zaplana (PP) es poner en manos de una empresa privada la asistencia sanitaria de toda una comarca, sin dejar claro qué controles ejercerá la Administración. CC OO advierte que el personal sanitario que deje el sistema público para trabajar en el nuevo hospital podría estar sujeto al convenio de la sanidad privada de la provincia de Valencia.Antonio Burgueño, director asis...

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"Que nadie se confunda, el hospital de Alzira no tiene nada que ver con una fundación pública". Éste es el discurso que manejan en Valencia la oposición y los sindicatos, que afirman que lo que ha hecho el Gobierno de Eduardo Zaplana (PP) es poner en manos de una empresa privada la asistencia sanitaria de toda una comarca, sin dejar claro qué controles ejercerá la Administración. CC OO advierte que el personal sanitario que deje el sistema público para trabajar en el nuevo hospital podría estar sujeto al convenio de la sanidad privada de la provincia de Valencia.Antonio Burgueño, director asistencial de Adeslas (la empresa que gestionará el hospital), señala que la plantilla total del centro la integrarán 800 personas, 300 de ellas procedentes de los Centros de Especialidades de Alzira y Sueca. En principio, aquellos que quieran seguir dependiendo de la Consejería de Sanidad cobrarán su nómina como hasta ahora, aunque sus condiciones laborales pueden ser modificadas por necesidades del servicio. El resto puede pedir una excedencia voluntaria del sistema público y solicitar el reingreso con el paso del tiempo.

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Los otros 500 trabajadores se regirán, en palabras de Burgueño, por "un convenio particular de la empresa". Además de algunos extranjeros y personas que nunca han trabajado en Valencia, este segundo grupo lo integran trabajadores de reconocido prestigio en la sanidad pública, a los que Adeslas está ofreciendo salarios muy superiores a los que paga habitualmente la sanidad privada (se añaden extras de productividad).

Burgueño apuesta por nuevas formas de contratación, "más acordes con el mercado laboral", y dice que el objetivo de los nuevos modelos de gestión es buscar personal no estatutario. El portavoz de Adeslas no confía en el éxito de las fundaciones y explica que, en Alzira, "en caso de perder dinero, lo pondrán los accionistas de la empresa y no el Estado, lo que beneficiará al usuario".

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