El Gobierno y el Ayuntamiento de Muskiz respaldan el plan para dejar las marismas como hace 30 años

El plan de regeneración ambiental de las marismas de Muskiz presentado por la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) recibió ayer el respaldo del Gobierno vasco y el Ayuntamiento, que hasta ahora siempre han mantenido posiciones diferentes a la empresa. El estudio realizado no detecta una contaminación generalizada en las 20 hectáreas de terreno que ocupa la antigua Campsa, principal planta de almacenaje de combustible de Euskadi, que debe ser abandonada antes de octubre de 2002. La regeneración obligará a remover 300.000 metros cúbicos de tierras.

Todas las partes implicadas -Demarc...

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El plan de regeneración ambiental de las marismas de Muskiz presentado por la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) recibió ayer el respaldo del Gobierno vasco y el Ayuntamiento, que hasta ahora siempre han mantenido posiciones diferentes a la empresa. El estudio realizado no detecta una contaminación generalizada en las 20 hectáreas de terreno que ocupa la antigua Campsa, principal planta de almacenaje de combustible de Euskadi, que debe ser abandonada antes de octubre de 2002. La regeneración obligará a remover 300.000 metros cúbicos de tierras.

Todas las partes implicadas -Demarcación de Costas, Gobierno vasco, Ayuntamiento de Muskiz, la empresa CLH y la consultora Inypsa, que ha elaborado el plan- se reunieron ayer en Vitoria para conocer el contenido del proyecto de regeneración adelantado por este diario [ver el PAÍS del pasado día 14]. La consultora Inypsa presentó con detalle el documento, que contempla devolver casi la mitad de la superficie, o sea cerca de 8,5 hectáreas, al estado que tenía hace 30 años y la limpieza in situ de los suelos contaminados. El proyecto de regeneración, con un coste de 740 millones, se divide en tres fases: la evacuación de los 24 tanques de almacenaje, la regeneración mediante la limpieza en el mismo lugar y la recuperación ecológica, con la reconstrucción de las marismas y dunas. En la reunión de ayer se conoció un exhaustivo informe sobre el estado de los suelos, que localiza la contaminación en franjas determinadas -junto a los tanques de combustible mayoritariamente- y "está limitada por una capa de arcilla del subsuelo, con lo que las arenas de abajo no están contaminadas", según afirmó el director de Recursos Ambientales del Gobierno, Antón Aramburu, participante en el encuentro. La limpieza de la zona, según los datos expuestos, obligará a remover cerca de 30.000 metros cúbicos de tierras. Por primera vez desde que en octubre del pasado año finalizó el plazo de concesión de 25 años para asentarse en esta zona, el Gobierno vasco y el Ayuntamiento de Muskiz mostraron su respaldo al proyecto de recuperación. Hace casi un año, CLH presentó un plan que optaba por aumentar la superficie de la marisma y la mejora paisajística del entorno, descartando la restauración de la marisma a su estado original como pedían el Gobierno y el Ayuntamiento. "Nos parece bien y al Ayuntamiento también se ha mostrado satisfecho", dijo Aramburu. "Va a ser un hito en una recuperación de un espacio natural y lo importante es que se ha trabajo coordinadamente entre todas las instituciones implicadas". El director de Recursos Ambientales vaticinó que la recuperación -cuyo inicio sitúa CLH a finales de 2000- "va a ser rapidísima sobre todo en cuanto a la población de aves. En Txingudi en seis meses se ha repoblado". Además de las 8,5 hectáreas de marismas, en el resto del área se habilitarán dunas y un monte que sirva de pantalla visual con la A-8 y las instalaciones anexas de Petronor. Ahora Costas, que en la reunión de ayer no valoró el proyecto, debe estudiarlo y remitirlo a las distintas partes, para que presenten alegaciones.

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