El PNV mantiene su pugna con el Gobierno y apoya enmiendas a los Presupuestos

Los nacionalistas vascos y catalanes que apoyan al Gobierno escenificaron ayer un cierto desacuerdo durante el debate en el pleno del Congreso de las enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado. Desacuerdo medido y comedido, que nada sustancial pone en peligro y que, además, tiene dos manifestaciones bien distintas: el PNV expresa sus discrepancias políticas apoyando casi todas las enmiendas de la oposición y CiU trata de conseguir más dinero para distintos intereses de Cataluña. El grupo catalán logró casi 6.500 millones en el área de Medio Ambiente para obras en ríos.

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Los nacionalistas vascos y catalanes que apoyan al Gobierno escenificaron ayer un cierto desacuerdo durante el debate en el pleno del Congreso de las enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado. Desacuerdo medido y comedido, que nada sustancial pone en peligro y que, además, tiene dos manifestaciones bien distintas: el PNV expresa sus discrepancias políticas apoyando casi todas las enmiendas de la oposición y CiU trata de conseguir más dinero para distintos intereses de Cataluña. El grupo catalán logró casi 6.500 millones en el área de Medio Ambiente para obras en ríos.

Además de conseguir que se aprobase una enmienda para encauzar el río Llobregat (2.370 millones) se rechazaron varios votos particulares del PP que trataban de anular enmiendas de CiU que habían prosperado en comisión y por tanto se aprobaron 4.200 millones de pesetas para cinco obras distintas en ríos y riberas catalanas. Fuentes de la dirección del grupo parlamentario popular explicaron ayer que no les preocupaba excesivamente lo ocurrido porque lo consideran como "normal" dentro del juego político en el debate de Presupuestos.Pese a todo exteriorizaron su malestar con CiU, no tanto por el gasto que suponen las enmiendas, sino por lo que juzgan como falta de rigor por parte del grupo catalán. "No se puede cerrar un pacto y luego durante el debate tratar de rebañar más dinero. Hemos perdido la votación", añadieron estas fuentes, "conscientes de que de esta forma manteníamos una cuestión de principio". El problema catalán con los Presupuestos tiene, todavía, un capítulo abierto referido al Ministerio de Fomento que ayer ocupó casi toda la jornada en negociaciones y que supone exigencias por parte de CiU que se valoran en unos 4.800 millones. Hoy el vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos, y Joaquín Molins, portavoz de CiU en el Congreso, tratarán de cerrar un acuerdo definitivo.

Enfado vasco

La actitud del PNV es bien distinta. En el debate de totalidad ya votó a favor de todas las enmiendas de la oposición que pedían la devolución al Gobierno del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado. Ayer por la mañana en la primera votación de varios títulos y secciones del proyecto de ley apoyó igualmente numerosas enmiendas de la oposición. Ninguna prosperó excepto las ya referidas de CiU, pero los vascos hicieron patente su propósito de marcar distancias con el Gobierno central.El lunes por la tarde la diputada Margarita Uría había defendido con mucho tesón la propuesta de su grupo de que los funcionarios del Gobierno vasco pudieran sobrepasar el 1,8% de subida prevista con carácter general en los Presupuestos para los funcionarios españoles. Razonó política y jurídicamente ese tope la diputada del PP Mercedes Fernández y la enmienda peneuvista fue rechazada.

Éste sería uno de los argumentos que el PNV exhibe como motivo importante de agravio, sin embargo el PP razona de manera muy diferente. Según Ramón Aguirre, portavoz de Economía del grupo popular, las negociaciones con los nacionalistas vascos quedaron prácticamente encarriladas el lunes y ayer, con sorpresa según se asegura desde el PP, se encontraron sin el apoyo de sus cinco diputados. Según Aguirre, se trata de una actitud claramente política, dictada desde la sede central del PNV y que, en su opinión, refleja "la resaca de una digestión mal hecha de los resultados electorales".

Aguirre aseguró en los pasillos del Congreso que su grupo había atendido todas las peticiones del PNV, por lo que se mostró confiado en que se trate de una actitud "coyuntural" y pueda rehacerse el consenso durante el trámite de los Presupuestos en el Senado. El portavoz de Economía del PNV, Jon Zabalía, quiso enmarcar el desacuerdo en lo estrictamente presupuestario: "No se pueden sacar otras consecuencias".