El mensaje del "Soldado Ryan"
Una reciente carta de un lector a propósito del Soldado Ryan recogía una opinión sobre la película similar a la que he escuchado en no pocas ocasiones en los últimos días: que la película no transmite un mensaje verdaderamente antibelicista, sino de exaltación patriótica, claramente resumido en la aparición de la bandera norteamericana, imagen en la que reside el auténtico "calado ideológico" (sic), por supuesto reaccionario, de la película.Esta forma de pensar es muy habitual entre la izquierda digamos "clásica", que, a pesar de lo que ha llovido, sigue identificando los símbolo...
Una reciente carta de un lector a propósito del Soldado Ryan recogía una opinión sobre la película similar a la que he escuchado en no pocas ocasiones en los últimos días: que la película no transmite un mensaje verdaderamente antibelicista, sino de exaltación patriótica, claramente resumido en la aparición de la bandera norteamericana, imagen en la que reside el auténtico "calado ideológico" (sic), por supuesto reaccionario, de la película.Esta forma de pensar es muy habitual entre la izquierda digamos "clásica", que, a pesar de lo que ha llovido, sigue identificando los símbolos norteamericanos con la opresión imperialista o, cuando menos, con la colonización cultural yanqui que nos ha tocado vivir. Ya sabemos que eso es tomar la parte por el todo, pero, no obstante, se hace necesaria una reflexión específica sobre el papel de los soldados norteamericanos en la liberación de Europa durante la Segunda Guerra Mundial, guerra que no se libró contra vietnamitas indefensos, sino contra nazis bien armados. La libertad de Europa se decidió gracias al sacrificio, entre muchos otros, de miles de norteamericanos. Creo que ser progresista es estar en contra de los prejuicios. Y también creo que el verdadero "calado ideológico" de la película no está en la famosa bandera norteamericana: está en la carta del presidente Lincoln en la que se resume emocionadamente el valor del sacrificio de un ser humano por la libertad de los demás.
El mismo sacrificio, final e irreversible, de otros norteamericanos que decidieron darse el nombre de Batallón Abraham Lincoln y que enterraron sus vidas en España durante la guerra civil a favor de nuestra causa justa: como el personaje que interpreta Tom Hanks, lo supieron enseguida: aquí se venía a morir.-