Abandonada la búsqueda de los dos desaparecidos en el naufragio de Gran Sol

Los servicios de rescate británicos abandonaron ayer la búsqueda de los dos marineros desaparecidos en el naufragio del pesquero gallego Pescalanza, ocurrido el lunes en la zona de Gran Sol, a unas 80 millas de las costas de Irlanda. Los seis supervivientes y los cadáveres de otras cuatro víctimas son esperados en el puerto de Marín (Pontevedra). Los sindicatos y las organizaciones profesionales ponen en duda las condiciones de seguridad del barco siniestrado.Las malas condiciones meteorológicas y las remotas posibilidades de encontrar con vida a Marcos Chapela y Juan Carlos Franco ...

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Los servicios de rescate británicos abandonaron ayer la búsqueda de los dos marineros desaparecidos en el naufragio del pesquero gallego Pescalanza, ocurrido el lunes en la zona de Gran Sol, a unas 80 millas de las costas de Irlanda. Los seis supervivientes y los cadáveres de otras cuatro víctimas son esperados en el puerto de Marín (Pontevedra). Los sindicatos y las organizaciones profesionales ponen en duda las condiciones de seguridad del barco siniestrado.Las malas condiciones meteorológicas y las remotas posibilidades de encontrar con vida a Marcos Chapela y Juan Carlos Franco determinaron el levantamiento de las labores de búsqueda ayer por la mañana. Varios pesqueros españoles que faenan en la zona continuaron rastreándola por su cuenta durante unas horas más, pero sin resultados.

Los supervivientes y los cuerpos de los fallecidos, Salvador Pereira, Manuel Vidal Folgar, Serafín Rodal y Ramón Campaña, navegan a bordo del barco francés Argorreta con rumbo al puerto de Marín, donde se espera su llegada para esta noche o primeras horas de mañana.

Los primeros datos apuntan a que el Pescalanza volcó y se hundió con gran rapidez tras recibir un golpe de mar en un costado durante una maniobra de viraje. Sus armadores, José Luis Pérez y José Gude, afirmaron ayer que había pasado la revisión anual y que, aunque su construcción data de hace 30 años, estaba en perfectas condiciones de navegación tras haber sido sometido a una remodelación el pasado verano.

A su vez, el presidente de la Asociación Nacional de Titulados Náutico Pesqueros, José Manuel Muñiz, recordó ayer que otros accidentes similares se han producido precisamente tras realizarse modificaciones que alteran la estabilidad de los buques. En el caso del Pescalanza, según la subdelegación del Gobierno en Pontevedra, en los meses de febrero y marzo de este año el buque pasó un revisión del casco, del eje portahélice y motores principales en dique seco. Y durante el primer semestre, se completó la inspección de la maquinaria y del sistema eléctrico.

No obstante, Xabier Aboi, responsable de la Confederación Intersindical Galega-Mar, se mostró contundente al denunciar los sistemas de inspección. "Estamos hartos. Los inspectores sólo actúan para recaudar cuartos y, por vagancia o porque no les dejan, no conozco a ninguno que vaya a ver un barco al muelle", dijo.

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