El IVIA distribuye entre los viveristas los naranjos enanos resistentes a la tristeza
El Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) empezó ayer la distribución entre los viveristas valencianos autorizados de dos nuevos plantones enanos de cítricos, que se comercializarán dentro de tres años. Este híbrido, obtenido por el equipo de investigadores de Juan Forner y Antonio Alcaide, se adapta mucho mejor que los naranjos actuales a la estructura minifundista valenciana, reduce los costes de cultivo y es además resistente al virus de la tristeza. La consejera de Agricultura, María Ángeles Ramón-Llin, destacó ayer que este nuevo avance del IVIA, ya registrado para toda l...
El Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) empezó ayer la distribución entre los viveristas valencianos autorizados de dos nuevos plantones enanos de cítricos, que se comercializarán dentro de tres años. Este híbrido, obtenido por el equipo de investigadores de Juan Forner y Antonio Alcaide, se adapta mucho mejor que los naranjos actuales a la estructura minifundista valenciana, reduce los costes de cultivo y es además resistente al virus de la tristeza. La consejera de Agricultura, María Ángeles Ramón-Llin, destacó ayer que este nuevo avance del IVIA, ya registrado para toda la Unión Europea, elevará notablemente la rentabilidad de las explotaciones citrícolas. En concreto, el Instituto entregó plantas de semilla de los patrones enanizantes, lo que permitirá a los viveristas tener parcelas de demostración dedicadas a este revolucionario árbol. Serán 40 yemas de material parental para el cultivo de árboles madre, generadores de semillas y que luego darán lugar a las plantas comerciales. El primer híbrido dará lugar a un árbol de tamaño medio y hojas caducas. La fruta será ligeramente achatada y con abundantes semillas. Es resistente a la tristeza y tolera la salinidad del agua y el encharcamiento. La productividad de las variedades injertadas en él es alta y la calidad de sus frutos también. El segundo híbrido produce árboles de poca altura. Al igual que el anterior es tolerante al virus de la tristeza y funciona bien en suelos de caliza. Los plantones inmunes a la tristeza conocidos hasta ahora eran, sin embargo, sensibles a la caliza y a la salinidad. Otros son sensibles a los hongos o poco productivos. Los productos presentados salvan estos obstáculos.