Un parque eólico en Navarra denunciado ante la Comisión Europea

La meteórica expansión de la energía eólica en Navarra, que cuenta con ocho parques eólicos, tendrá que afrontar su reto europeo. El Fondo Navarro para la Protección del Medio Natural Gurelur, uno de los organismos medioambientales más activos de la comunidad foral, ha presentado una queja formal ante la Comisión Europea al considerar que uno de los parques de más reciente implantación, el de la sierra de Alaiz, promovido por la empresa Energía Hidroeléctrica de Navarra (EHN), a 10 kilómetros de Pamplona, incumple "todas y cada una" de las directivas europeas de Medio Ambiente. Es la primera q...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La meteórica expansión de la energía eólica en Navarra, que cuenta con ocho parques eólicos, tendrá que afrontar su reto europeo. El Fondo Navarro para la Protección del Medio Natural Gurelur, uno de los organismos medioambientales más activos de la comunidad foral, ha presentado una queja formal ante la Comisión Europea al considerar que uno de los parques de más reciente implantación, el de la sierra de Alaiz, promovido por la empresa Energía Hidroeléctrica de Navarra (EHN), a 10 kilómetros de Pamplona, incumple "todas y cada una" de las directivas europeas de Medio Ambiente. Es la primera queja ante Europa de un plan de energías renovables política y socialmente muy aceptado. Gurelur ha recordado que las obras de esta central eólica "no han sido autorizadas todavía por el Gobierno de Navarra" y expone a las autoridades europeas que el parque, cuyo funcionamiento se inició el pasado julio, incumple dos directivas del Consejo en varios de sus artículos relativos a la protección, administración y regulación de la explotación de las aves salvajes, hábitats naturales y fauna y flora silvestres. Concretamente, Gurelur denuncia que entre las aves que han sufrido la implantación y funcionamiento de los 84 aerogeneradores están 18 especies incluidas en la directiva del consejo relativa la conservación de aves silvestres. La queja enumera la tala destructiva de la cubierta vegetal tanto arbórea como arbustiva en una zona de biodiversidad alta, el movimiento de miles de metros cúbicos de tierra, la apertura y pavimentación de pistas y el ruido producido por las obras de instalación de los aerogeneradores y el tráfico constante de maquinaria pesada y camiones.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En