Gutiérrez y Arenas intentan evitar las protestas de UGT y los críticos de CCOO

El ministro de Trabajo, Javier Arenas, afirmó ayer que es posible llegar a pactos "en las próximas horas" en las mesas de diálogo con sindicatos y empresarios. No fue tan optimista el líder de CCOO, Antonio Gutiérrez, pero subrayó que se pueden alcanzar acuerdos "muy importantes", y cuando se comprueben los desacuerdos se decidirá si hay que ir a la convocatoria de movilizaciones. Una postura muy alejada de la defendida por UGT, que quiere empezar las protestas el 12 de noviembre, y por el sector crítico de CCOO.

Frente a la amenaza de movilizaciones lanzada claramente por la direcc...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El ministro de Trabajo, Javier Arenas, afirmó ayer que es posible llegar a pactos "en las próximas horas" en las mesas de diálogo con sindicatos y empresarios. No fue tan optimista el líder de CCOO, Antonio Gutiérrez, pero subrayó que se pueden alcanzar acuerdos "muy importantes", y cuando se comprueben los desacuerdos se decidirá si hay que ir a la convocatoria de movilizaciones. Una postura muy alejada de la defendida por UGT, que quiere empezar las protestas el 12 de noviembre, y por el sector crítico de CCOO.

Más información

Frente a la amenaza de movilizaciones lanzada claramente por la dirección de UGT en los últimos días, el ministro de Trabajo mostró ayer "la esperanza fundada de que habrá acuerdos en las tres mesas" sobre contratos a tiempo parcial, incentivos a la estabilidad laboral y políticas pasivas de empleo. Javier Arenas incluso precisó para "las próximas horas" la consecución de un posible pacto sobre la regulación del contrato a tiempo parcial.Un acuerdo que, si finalmente se logra, es considerado por el líder de CCOO muy importante para un millón de trabajadores a tiempo parcial, a los que se va a dotar de protección social, acceso al derecho a pensión, no discriminación, un tope de horas y una serie de derechos que ahora no tienen. También cree que "no es calderilla" que se ponga límites al encadenamiento de contratos temporales, o que por fin se pueda aplicar la penalización de los contratos temporales.

Para Antonio Gutiérrez, el diálogo social "no está en una fase de ruptura, está en una fase de conclusiones", y no quiere dar ningún ultimátum para concluir las negociaciones. Puede ser esta semana o la próxima, pero "nadie va a echar las cosas a perder por 48 horas", afirmó.

La UGT, en cambio, cree que las cosas ya no dan más de sí, y ha fijado para el 12 de noviembre el inicio de las movilizaciones. El sector crítico de CCOO, que encabeza Agustín Moreno, también sostiene que es momento de la ruptura de la negociación con el Gobierno, y así lo ha manifestado en el consejo confederal del sindicato celebrado a lo largo de los dos últimos días. Allí, los miembros de la minoría de Comisiones sacaron como conclusión que Antonio Gutiérrez no tiene intención alguna de promover movilizaciones.

En medio de esa reunión, Gutiérrez mostró su malestar con UGT porque paralelamente había puesto fecha al inicio de las protestas y la había hecho pública. A lo largo de un encuentro de más de seis horas, dirigentes de ambos sindicatos discutieron en la tarde del martes cómo plasmar en un papel una postura común. En él reflejan el estado de cada una de las mesas negociadoras y concluyen afirmando que, pendientes de la evolución de los acuerdos y desacuerdos observados, reiteran su disposición "a promover y realizar las movilizaciones dentro de este otoño [acaba el 21 de diciembre], cuando unitariamente lo decidamos, en los centros de trabajo y en las ciudades".

Radicalidad verbal

Tras la elaboración de ese comunicado conjunto, las discrepancias entre las direcciones de los dos sindicatos no se han solucionado. Gutiérrez negaba ayer que UGT esté haciendo una defensa más firme que CCOO para mejorar la protección de los parados o a favor de la jornada laboral de 35 horas a la semana. Y añadió: "La radicalidad no se mide por las palabras, sino por la contundencia con que se defienden las cosas".El deseo del secretario general de CCOO es que este proceso "se salde con un acuerdo en todo", pero reconoce que hay dos temas susceptibles de desacuerdo: la reducción de jornada y la mejora de las prestaciones de paro. En el caso de que el Gobierno no acceda a sus propuestas, "el desacuerdo no puede quedar en palabras y es nuestra obligación presionar para que cambie de posición".

Gutiérrez habló de "movilizaciones probables", que pueden tener lugar "antes de que estén aprobados los Presupuestos Generales" -es decir, antes de finales de diciembre-, y no sólo contra el Gobierno en manifestaciones en la calle, sino también contra los empresarios en los centros de trabajo. En todo caso, si se hacen, será "una respuesta sindical unitaria", sin romper la unidad de acción.

Archivado En