La Sexta Flota y 200 aviones de combate, listos para la acción
La OTAN ha agrupado ya más de 200 aviones de combate y bombarderos, de los 400 que podrían intervenir en una segunda fase de la operación de represalia contra la Yugoslavia de Milosevic. La primera fase, en principio, sería activada mediante el lanzamiento, desde la Sexta Flota fondeada en el Adriático, de misiles de crucero contra los radares, defensas antiaéreas y almacenes de misiles serbios, en su mayoría de fabricación rusa. La segunda sería un bombardeo sistemático de objetivos militares.La principal aportación es de EEUU, que, sin embargo, no contribuiría con hombres a posteriores fases...
La OTAN ha agrupado ya más de 200 aviones de combate y bombarderos, de los 400 que podrían intervenir en una segunda fase de la operación de represalia contra la Yugoslavia de Milosevic. La primera fase, en principio, sería activada mediante el lanzamiento, desde la Sexta Flota fondeada en el Adriático, de misiles de crucero contra los radares, defensas antiaéreas y almacenes de misiles serbios, en su mayoría de fabricación rusa. La segunda sería un bombardeo sistemático de objetivos militares.La principal aportación es de EEUU, que, sin embargo, no contribuiría con hombres a posteriores fases "terrestres" de la operación. Consta de siete barcos equipados con misiles Tomahawk; 40 aviones F-16 disponibles en la base aliada de Aviano (Italia); y 48 aviones de combate F-18 y F-14 a bordo del buque enseña de la Sexta Flota, el Eisenhower. Dispone también de otro material en bases británicas, turcas y alemanas.
Francia aporta una veintena de aviones Jaguar y Mirage. El Reino Unido, al menos ocho Harrier, el avión de despegue vertical. Holanda pone 16 aviones F-16, seis más que Bélgica y el doble que Noruega (ocho). Dinamarca, cuatro, y Portugal tres aviones de esta serie, además de una fragata. España, cuatro F-18 y un avión de transporte Hércules C-130. Canadá, los seis cazas F-18 que tiene permanentemente instalados en Aviano.
Hay más confusión sobre la contribución alemana, que podría apoyar políticamente la operación, pero sin contribuir con los 14 Tornado previstos, dada la actitud de Los Verdes, opuestos a la presencia de su país en un teatro de operaciones. Algo parecido ocurriría con Italia, que quizá se limite al apoyo logístico y la disposición de las bases aliadas instaladas en su territorio; y con Grecia, que sufre una fuerte presión de su entorno geográfico y está muy vinculada, política y religiosamente, a Belgrado.