Enresa, pendiente de una inspección para desmantelar Vandellòs I

La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) no podrá proceder al desmantelamiento activo de la central nuclear Vandellòs I (Baix Camp) hasta que el Consejo de Seguridad Nacional (CSN) haya inspeccionado las actuales instalaciones. Desde que se hizo cargo del emplazamiento atómico, el pasado mes de febrero, Enresa ha llevado a cabo una serie de modificaciones en las infraestructuras para adaptar la planta a sus necesidades. Las reformas han consistido sobre todo en la demolición de los edificios inservibles y en modificar los sistemas y servicios técnicos para adecuarlos al proceso d...

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La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) no podrá proceder al desmantelamiento activo de la central nuclear Vandellòs I (Baix Camp) hasta que el Consejo de Seguridad Nacional (CSN) haya inspeccionado las actuales instalaciones. Desde que se hizo cargo del emplazamiento atómico, el pasado mes de febrero, Enresa ha llevado a cabo una serie de modificaciones en las infraestructuras para adaptar la planta a sus necesidades. Las reformas han consistido sobre todo en la demolición de los edificios inservibles y en modificar los sistemas y servicios técnicos para adecuarlos al proceso de desmantelamiento, totalmente opuestos a un centro de producción de energía eléctrica. Técnicos del CSN se desplazarán a Vandellòs I durante este mes de octubre para inspeccionar la planta y las reformas llevadas a cabo por Enresa. Solamente después de que el CSN emita un informe favorable, Enresa podrá empezar el proceso de desmantelamiento de la central propiamente dicho. Según informó ayer en El Cabril (Córdoba) el director de la planta, José Ramón Armada, Enresa tiene previsto licitar las obras de demolición el próximo mes de diciembre para que las empresas adjudicatarias puedan iniciar sus trabajos a principios de año. Las obras de este primer plazo están presupuestadas en unos 10.000 millones de pesetas. Vandellòs I producirá un total de 2.000 toneladas de residuos de baja y media actividad, que serán depositados en el centro de almacenamiento que Enresa posee en El Cabril. Los residuos son en su mayoría estructuras materiales que resultaron irradiadas durante los 17 años en que funcionó la nuclear.

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