El Parlament reclama la autodeterminación, pero rechaza una reforma de la Constitución

Nacionalistas e independentistas se aliaron ayer y empujaron al Parlament a reivindicar la autodeterminación para Cataluña. Sólo el PP votó en contra, al considerar que Cataluña ya se autodeterminó cuando votó la Constitución y el Estatuto. Los socialistas y los excomunistas se abstuvieron bajo el argumento de que el asunto merecía ser debatido con más rigor y profundidad. El alegato autodeterminista, sin embargo, se quedó en una mera declaración de principios, pues a renglón seguido los propios nacionalistas sumaron sus votos a los del PP para cerrar el paso a la pretensión independentista de...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Nacionalistas e independentistas se aliaron ayer y empujaron al Parlament a reivindicar la autodeterminación para Cataluña. Sólo el PP votó en contra, al considerar que Cataluña ya se autodeterminó cuando votó la Constitución y el Estatuto. Los socialistas y los excomunistas se abstuvieron bajo el argumento de que el asunto merecía ser debatido con más rigor y profundidad. El alegato autodeterminista, sin embargo, se quedó en una mera declaración de principios, pues a renglón seguido los propios nacionalistas sumaron sus votos a los del PP para cerrar el paso a la pretensión independentista de que el Parlament pidiera una reforma de la Constitución. El PSC se abstuvo de nuevo aquí y los grupos restantes votaron a favor.

Más información

El debate anual sobre la política general de la Generalitat empezó el martes con el presidente catalán, Jordi Pujol, abogando por un nuevo periodo constituyente que dé más poder político y económico a Cataluña, y acabó ayer con el Parlament reivindicando la autodeterminación. La resolución autodeterminista que aprobó la Cámara reza así: "El Parlament de Catalunya, en el marco de la celebración del 50º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ratifica una vez más el derecho del pueblo catalán a determinar libremente su futuro como pueblo, en paz, democracia y solidaridad". Esta iniciativa parlamentaria, impulsada por los independentistas del Partit per la Independència (PI), fue pactada con Convergència i Unió (CiU) y posteriormente recibió el apoyo de los independentistas de Esquerra Republicana (ERC). Al término de la sesión, Pujol, pidió a las fuerzas políticas españolas que no se escandalicen por la resolución parlamentaria en favor de la autodeterminación. Subrayó que no había sido una iniciativa de la coalición nacionalista, pero que ésta no había tenido más remedio que apoyarla en la votación. "El derecho a la autodeterminación de los pueblos, entre ellos Cataluña, no pueden rechazarlo ni el Gobierno ni los partidos españoles", señaló Pujol, y puso como ejemplo la abstención de los socialistas, de quienes señaló que no se habían atrevido a votar en contra de la citada resolución. Tratando de vacunarse de inmediato contra las previsibles reacciones adversas al alegato en favor de la autodeterminación,Pujol destacó una vez más su voluntad y la de la coalición nacionalista que dirige de que Cataluña se autodetermine y consiga más poder y soberanía dentro del actual marco constitucional. Fue en ese punto cuando el presidente catalán hizo hincapié en el hecho de que ayer mismo, después de votar a favor de la autodeterminación, los diputados de CiU cerraron el paso a cal y canto a sendas propuestas de ERC y el PI que pretendían que la Cámara catalana apostase por una reforma de la Constitución. A la hora de votar la de ERC, sin embargo, casi una decena de diputados de CiU, la mayoría de ellos de Unió, votaron a favor. Uno de ellos, el democristiano Domènec Sesmilo se apresuró a declarar no se trataba de disidencia alguna, sino de un error de interpretación de las señales con las que los portavoces de cada grupo imparten las consignas de votación. No es la primera vez Ayer no fue la primera vez que el Parlament se pronunciaba en favor de la autodeterminación. El 12 de diciembre de 1989, una comisión de la Cámara catalana ya proclamó, merced a los votos de ERC y CiU, que el acatamiento del actual marco constitucional no suponía la renuncia de Cataluña al derecho de autodeterminación nacional. En la defensa de aquella proposición, los portavoces parlamentarios de CiU y ERC equipararon la situación de Cataluña a la de los países del Este que entonces emergían del derrumbe de la Europa comunista. Entonces, sólo los socialistas -que tildaron la propuesta de "trampa equívoca y abstracta que no lleva a ninguna parte"- votaron en contra. El único diputado del PP que asistía a aquella sesión se ausentó minutos antes de la votación. Los grupos restantes -IC y el hoy desaparecido CDS- apoyaron la proclama. El Gobierno socialista, a la sazón representado por la portavoz Rosa Conde, expresó de inmediato su oposición a cualquier iniciativa en favor del derecho de autodeterminación que "pusiera en cuestión la unidad de España". PASA A LA PÁGINA 4

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En