Bergara se compromete a reducir en 1999 la deuda de Vizcaya en 3.000 millones

El diputado general de Vizcaya, Josu Bergara, se comprometió ayer a reduccir la deuda foral en 3.000 millones de pesetas durante 1999, con lo que se quedaría en 110.000 millones. Durante su discurso anual sobre el estado del territorio, Bergara aseguró que continuará con el "férreo control" de los presupuestos, que el año próximo rondarán los 580.000 millones, y que la estación Intermodal tendrá una partida "abierta y ampliable".

La disertación de Bergara en la Casa de Juntas de Gernika fue más larga de lo habitual -casi dos horas-, debido a que desgranó los logros de cada uno de los de...

El diputado general de Vizcaya, Josu Bergara, se comprometió ayer a reduccir la deuda foral en 3.000 millones de pesetas durante 1999, con lo que se quedaría en 110.000 millones. Durante su discurso anual sobre el estado del territorio, Bergara aseguró que continuará con el "férreo control" de los presupuestos, que el año próximo rondarán los 580.000 millones, y que la estación Intermodal tendrá una partida "abierta y ampliable".

La disertación de Bergara en la Casa de Juntas de Gernika fue más larga de lo habitual -casi dos horas-, debido a que desgranó los logros de cada uno de los departamentos de la Diputación, a lo que acompañó una sucesión de cifras y datos económicos. Sin embargo, dedicó la primera parte de su intervención a congratularse por las expectativas de paz tras la tregua de ETA y realizó un llamamiento a "la movilización de todos los vizcaínos y vizcaínas para que esta expectativa no se frustre". Acto seguido se centró en los aspectos económicos, como el nuevo Concierto, el modelo de aportaciones de los territorios a la comunidad autónoma y el sistema de financiación municipal. Tras mostrar su "preocupación" por los recursos judiciales a las normativas fiscales vizcaínas, se congratuló del cambio en el sistema de aportaciones al conjunto del País Vasco, "que fue bueno para Vizcaya y para el país al corregir los desajustes cada vez más acusados". "El dato que corrobora esta afirmación se encuentra en la propia evolución de los coeficientes de aportación de Vizcaya a la comunidad autónoma, que han pasado del 53,77% del 96 al 51,98% del 98". El diputado general admitió la falta de un marco legal para los ayuntamientos, pendientes de la elaboración de la Ley Municipal vasca. Sin embargo, se congratuló por el cambio del reparto de fondos desde la Diputación, que se aplicará progresivamente hasta llegar a cumplirse totalmente en 2002. Optimismo económico Al centrarse en la evolución de la economía, su discurso fue optimista. "Asistimos a un crecimiento económico muy importante que se inició allá por 1994 y que previsiblemente continuará a lo largo de la próxima legislatura". "Creo que durante los próximos tres o cuatro años, la economía vizcaína y vasca seguirá creciendo a tasas superiores al 3%, lo que nos dará un margen de maniobra político considerable". Calificó el desempleo como el "reto y compromiso más inminente", tras señalar que en los últimos cuatro se han creado un total de 25.000 empleos en Vizcaya. Sin embargo, admitió que la tasa actual de paro del 21,5% es muy superior a Álava (14,1%) y Guipúzcoa (16,5%). Bergara avanzó algunas líneas de los presupuestos de 1999, que se presentarán en el plazo de un mes. Dijo que este año el endeudamiento será "por primera vez inferior al del año anterior; la aminoraremos en más de 1.000 millones". Para 1999, dijo que la reducción será de 3.000 millones y adelantó que, una vez controlado el endeudamiento, "quizá sea posible en el futuro relajar esta política férrea de control, en aras a acometer proyectos de inversión específicas". Tras considerar que las previsiones del Plan de Revitalización de la Margen Izquierda, impulsado hace más de un año, "se están cumpliendo de una forma más que razonable", destacó las importantes inversiones en infraestructuras -"vamos a acometer el mayor nivel de obra pública en la historia de Vizcaya, con 35.000 millones"- y anunció un impulso a la estación Intermodal, el proyecto planteado hace una década que costará 40.000 millones. "En los próximos presupuestos se habilitará una partida abierta y ampliable para dar los pasos necesarios si la colaboración externa fructifica".