Écija reclama que el oleoducto se desvíe para evitar el casco urbano

El río Genil centra la labor de limpieza

Écija no quiere más sustos. La localidad sevillana, sorprendida por el vertido de gasóleo del martes cuando perviven las secuelas de las inundaciones del otoño anterior, ha pedido -de nuevo- el desmantelamiento de 19.500 metros del oleoducto que transcurren bajo el casco urbano, y su traslado a una distancia superior a cinco kilómetros. La limpieza del río Genil, donde se han instalado cinco cercos de contención, centra los trabajos de descontaminación.

La Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), que gestiona el oleoducto averiado, anunció ayer que "estudiará" la petición del Ayuntami...

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Écija no quiere más sustos. La localidad sevillana, sorprendida por el vertido de gasóleo del martes cuando perviven las secuelas de las inundaciones del otoño anterior, ha pedido -de nuevo- el desmantelamiento de 19.500 metros del oleoducto que transcurren bajo el casco urbano, y su traslado a una distancia superior a cinco kilómetros. La limpieza del río Genil, donde se han instalado cinco cercos de contención, centra los trabajos de descontaminación.

La Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), que gestiona el oleoducto averiado, anunció ayer que "estudiará" la petición del Ayuntamiento de Écija (localidad de 37.448 habitantes). Los grupos políticos (PA-PSOE-PP-IU) aprobaron por unanimidad una moción -la segunda en cinco meses-, mediante la que exigen el desmantelamiento y traslado de las conducciones petrolíferas, que bordean 19,5 kilómetros del casco urbano, a una distancia de seguridad de, al menos, cinco kilómetros.El subsuelo del término municipal de Écija acoge unos 39,5 kilómetros del oleoducto Rota (Cádiz)-Zaragoza (776 kilómetros). En la moción reclaman, además, "la limpieza total" del combustible derramado -entre 300.000 y 400.000 litros de gasóleo A-, "la reposición" del entorno y el pago de las indemnizaciones "correspondientes".

También la asociación ecologistas Agaden pidió ayer a la Consejería de Medio Ambiente que interceda para que CLH inspeccione el tramo del oleoducto que recorre el Campo de Gibraltar, al tratarse de una zona de gran densidad demográfica y alto valor ecológico, informa Cándido Romaguera.

El consejero de Medio Ambiente, José Luis Blanco, anunció ayer en Huelva que exigirá al Gobierno central una revisión del oleoducto, propiedad del Ministerio de Defensa, porque "todo apunta a que se ha producido [la rotura] por el deterioro de la instalación debido a su antigüedad".

El dispositivo desplegado en el cauce del río Genil ha frenado la huida del combustible hacia el río receptor, el Guadalquivir, situado a unos 30 kilómetros de Écija. Ayer se colocó una quinta barrera de seguridad para detener los restos que aún pudieran sortear los cercos anteriores. Las manchas de gasóleo, retenidas a lo largo de 4.000 metros del curso, se concentran en recodos naturales del Genil y ante los cercos instalados.

Operarios especializados en limpieza de residuos se afanaban ayer en la extracción de gasóleo, detenido por barreras -flota sobre el agua debido a su menor densidad-, que, sin embargo, permiten el flujo fluvial. A última hora de la tarde, la limpieza se concentró en el cuarto cerco, donde se habilitó un dispositivo para el trabajo nocturno.

El vertido, hasta el momento, no ha provocado mortandad de peces ni daños irreversibles en el ecosistema, según el delegado provincial de Medio Ambiente, Jesús Nieto. CLH contrató ayer a una firma especializada para realizar un estudio edafológico -sobre el estado del suelo- y otro hidrogeológico, para conocer la situación de las aguas subterráneas.

El Ayuntamiento de Écija volvió ayer a recomendar a la población que se abstenga de utilizar para riego las aguas del Genil. En la alerta parcial decretada por la institución local, se desaconseja el pasto en el área afectada por el derrame de gasóleo y se prohiben fuegos. La población, sin embargo, no se ha sobresaltado con el vertido. Numerosos vecinos aprovecharon el flujo del gasóleo por el arroyo del Piojo -el canal por el que llegó al río Genil- y la intrusión en pozos para abastecerse. El acopio se zanjó a última hora del miércoles, por la vigilancia policial.

Junto a la labor de descontaminación fluvial, los operarios de la compañía prosiguen con la extracción de combustible de algunos pozos y con la reparación de la tubería dañada, que será sustituida en las próximas horas.

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