Industria ensaya un método para mejorar el aire interior de las oficinas

El Ente Vasco de la Energía (EVE), dependiente del Departamento de Industria, está ensayando un sistema para mejorar la calidad del aire interior en los edificios de oficinas. Los técnicos del EVE ya han desarrollado el 80% de la metodología de trabajo y esperan disponer del producto el año que viene. Según los especialistas, el 50% de las bajas laborales se debe a problemas respiratorios. Para el EVE, los ciudadanos "se deben mentalizar de los beneficios de contar con un aire en buenas condiciones".

El responsable del sector terciario del EVE, José Manuel Borque, es quien se encarga de...

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El Ente Vasco de la Energía (EVE), dependiente del Departamento de Industria, está ensayando un sistema para mejorar la calidad del aire interior en los edificios de oficinas. Los técnicos del EVE ya han desarrollado el 80% de la metodología de trabajo y esperan disponer del producto el año que viene. Según los especialistas, el 50% de las bajas laborales se debe a problemas respiratorios. Para el EVE, los ciudadanos "se deben mentalizar de los beneficios de contar con un aire en buenas condiciones".

El responsable del sector terciario del EVE, José Manuel Borque, es quien se encarga de supervisar el proyecto. Según Borque, una empresa tiene una mala calidad del aire cuando más de un 5% de sus trabajadores sufre algún tipo de trastornos de salud, como dolores de cabeza, problemas respiratorios, irritabilidad, sequedad,... "La productividad de los trabajadores puede verse muy perjudicada en los edificios y locales de oficinas con una mala calidad del aire", indicó. Las compañías que aprecien esta problemática podrán acudir al EVE a partir del próximo año en busca de ayuda. Las auditorías de calidad del aire interior permitirán descubrir el foco de los problemas y aplicar soluciones. "En estos momentos", explicó Borque, "tenemos el producto al 80%. Hay que ir probándolo, ajustándolo y definiendo la metodología de trabajo. Analizar el aire interior varía mucho de un edificio a otro, según sea la actividad que se desarrolla en él, la instalación y tipo de edificio". El método de trabajo consta de varios apartados. En un primer momento, los técnicos del EVE analizan la situación junto a los responsables de mantenimiento del edificio afectado. Después entrevistan a todo el personal que trabaja en las oficinas. De estas entrevistas salen las hipótesis de trabajo, se localizan los problemas y se aportan las soluciones. "En cualquier caso", precisó Borque, "a medida que se hacen ciertas pruebas se puede detectar que hay un problema en una cuestión en la que nadie se ha quejado". El coste de la auditoría completa superará el millón de pesetas. "La gente", señaló el responsable del sector terciario del EVE, "se tiene que mentalizar de los beneficios de contar con un aire en buenas condiciones. Por ejemplo, en Estados Unidos han hecho un análisis de calidad del aire interior y el gasto en mejorarlo ha ahorrado en bajas laborales miles de millones de dólares". El mayor problema de los edificios construidos hasta la década de los 90 es la falta de ventilación. Esto provoca que se concentren en el aire todos los elementos contaminantes, al no haber un dispositivo técnico que los saque del edificio. "Si los sistemas de ventilación y de extracción de aire", recalco Borque, "fuesen los correctos no tendrían porque darse los contagios cuando uno tiene catarro". Los sistemas de ventilación deben garantizar que el aire de renovación sea superior a los 10 litros por segundo.

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