Platos para conquistar el mundo

A Madiha, maestra de preescolar en Egipto, o Cherí, una ingeniera palestina, jamás se les habría ocurrido pensar que algún día terminarían bregando en gigantescas cocinas y preparando los platos típicos de sus respectivos países. La escasez de trabajo en España y la falta de oportunidades para los inmigrantes hizo que, finalmente, tuvieran que ingeniárselas para subsistir. No dudaron ni un momento cuando el Ayuntamiento de Granada les propuso un proyecto para, con otras inmigrantes, aprender todas las técnicas de un restaurante y crear una cooperativa. Ahora, sonrientes, saben que el futuro en...

A Madiha, maestra de preescolar en Egipto, o Cherí, una ingeniera palestina, jamás se les habría ocurrido pensar que algún día terminarían bregando en gigantescas cocinas y preparando los platos típicos de sus respectivos países. La escasez de trabajo en España y la falta de oportunidades para los inmigrantes hizo que, finalmente, tuvieran que ingeniárselas para subsistir. No dudaron ni un momento cuando el Ayuntamiento de Granada les propuso un proyecto para, con otras inmigrantes, aprender todas las técnicas de un restaurante y crear una cooperativa. Ahora, sonrientes, saben que el futuro en España lo conquistarán (como suele suceder con casi todas las conquistas) a través del estómago. El denominado Proyecto Mariposa, que nació en el área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Granada, gobernado por el Partido Popular, consistía en clases de cocina en la Escuela de Hostelería durante cinco meses para seis mujeres procedentes de Marruecos, Brasil, Egipto, Guinea y Palestina. La idea, según la concejal del área, Ana López Andújar, era "facilitar la integración de mujeres refugiadas e inmigrantes mediante la obtención de independencia económica a través del autoempleo". Una vez realizado el curso, en el que las mujeres han aprendido no sólo todas las técnicas de cocina, sino a elaborar los platos de diferentes países, sobre todo árabes y latinoamericanos, se constituirán en una cooperativa para montar un restaurante en el que se servirán los que sin duda alguna, serán platos más exóticos de la ciudad. Hace unos días, Madiha, Cheri, Nadia y Aixa, de Marruecos, Jannette, de Brasil y Modesta, de Guinea, ofrecieron una larguísima degustación de más de trece platos que dejó anonadados a sindicalistas, hosteleros, periodistas y hasta el propio alcalde de Granada, Gabriel Díaz Berbel. La mezcla de sabores y de culturas resultó sorprendente. "La verdad es que este proyecto es una cosa muy bonita para mí", explica Madiha, casada y con dos hijos y residente en España desde hace ya ocho años. "Yo no puedo ejercer en España mi trabajo como maestra de preescolar, y este trabajo me parece muy bueno". Igual de satisfecha se muestra Cheri, la primera mujer que participó en el plan, y cuyo nombre traducido al castellano ha servido para bautizar el proyecto como Mariposa. "Ahora me siento libre como para poder tener una casa. La verdad es que todas estamos muy ilusionadas". Platos como la sopa de limón, de Brasil, el sorbete de pepino, de Palestina, o el tajín de ternera y pasas, de Marruecos, harán que el futuro restaurante, aún sin nombre, se convierta en uno de los puntos más concurridos de Granada en el futuro. Las mujeres recibirán ayudas oficiales para poder arrancar el negocio, que ellas mismas gestionarán. "Yo estoy viendo que este proyecto se está volviendo algo serio, y me parece muy interesante, nos está dando muchas ilusiones a todas", afirma Modesta, una guineana que a pesar de tener siete hijos, sonríe exultantemente joven. "Y lo mejor de todo, es que se trata de cocinar los platos que hemos cocinado siempre en nuestros países". Para López Andújar, el proyecto supone hacerle frente a una de las discriminaciones más profundas que existen: el de las mujeres inmigrantes, que, además de sufrir el racismo, sufren también la desigualdad de oportunidades laborales. "Esto hará que las mariposas se echen a volar", comentó feliz el día de la primera degustación.