Serrat reúne 11 nuevos temas en su álbum "Sombras de la China"

Joan Manuel Serrat inicia hoy, en Cáceres, una nueva gira mundial apoyada en su último disco, Sombras de la China. Se trata de 11 canciones muy elaboradas donde no faltan la ironía y el humor. El cantautor, que pretende que sus canciones aborden algo más "que cosas puntuales", recorrerá durante un año escenarios españoles e iberoamericanos.

Serrat se mostró ayer en Cáceres reacio a comentar las últimas composiciones de su disco Sombras de la China: "Son 11 canciones que, para saber de qué van, hay que escucharlas", aseguró el cantante, que, sin embargo, sí aclaró que se trata de temas e...

Joan Manuel Serrat inicia hoy, en Cáceres, una nueva gira mundial apoyada en su último disco, Sombras de la China. Se trata de 11 canciones muy elaboradas donde no faltan la ironía y el humor. El cantautor, que pretende que sus canciones aborden algo más "que cosas puntuales", recorrerá durante un año escenarios españoles e iberoamericanos.

Serrat se mostró ayer en Cáceres reacio a comentar las últimas composiciones de su disco Sombras de la China: "Son 11 canciones que, para saber de qué van, hay que escucharlas", aseguró el cantante, que, sin embargo, sí aclaró que se trata de temas en los que el lenguaje literario y musical se presenta ante el público con la mayor naturalidad posible.Tras seis días de ensayo, encerrado en el nuevo Auditorio de Cáceres con un equipo de 22 personas, Serrat se presentó relajado y tremendamente confiado en el resultado del trabajo. El título de su nuevo disco lo tomó de un pequeño libro de un amigo suyo sobre Las sombras chinescas, aunque le gustó aún más Sombras de la China. "Un título, además de ser atractivo, tiene que aglutinar muchas otras historias".

Cuando han pasado más de 30 años desde que publicara con Edisga su primer trabajo (Mi guitarra), Serrat se mostró encantado de seguir compartiendo técnica y corazón. "La técnica sin corazón no sirve absolutamente para nada y el corazón sin la técnica es un absoluto desastre". Puntualizó que Los macarras de la moral, Me gusta todo de ti, Princesa, Más que nadie y todas las composiciones de su último disco no admiten división entre canciones de amor y temas actuales. "Pretendo que mis canciones sean algo más que cosas puntuales. La canción, aparte de contar cosas, es una puerta abierta a la imaginación de cada persona que la escucha, de acuerdo a su capacidad de hacerla crecer".

La presencia de un Gobierno de derechas no parece haber alterado los hábitos creativos del compositor: "No creo que haya temas que cuando gobierna la derecha obligatoriamente sean más atacables y cuando lo hace la izquierda sean más tolerables. Las cosas son como son, siempre. Lo que ocurre es que hay quien, de alguna forma, tiene una tendencia más a la tolerancia, pero no tanto para escribir como para recibir. La tolerancia receptiva sí que se modifica en muchas ocasiones".

El cantautor catalán abogó por la ironía y el humor como un buen instrumento para sobrevivir. "Por el humor y la ironía se pueden decir cosas más emotivas e inteligentes que por el camino de la bronca, lo cual no quiere decir que haya que eliminar el derecho a la bronca de nuestras vidas, que también es muy saludable".

Después de 33 años componiendo canciones y de sus primeras apariciones en público, Serrat recordó que su oficio es cantar: "Ése es mi maravilloso oficio. Lo que pasa es que a lo largo de mi vida he descubierto que la opinión es algo personal, intransferible e irrenunciable. Mi manera de entender la vida es muy importante y me permite estar relacionado con lo que tengo alrededor. No pienso renunciar a opinar, pero no me dedico a eso", dijo dispuesto a responder a cualquier pregunta sobre la situación política, pero dejando entrever que "eso es mejor que se lo pregunte a un ministro o a un alcalde".

Serrat rechazó la aplicación de un concepto gremial y mimético para los cantautores a la hora de perfilar una mirada colectiva: "No hay camino de los cantautores, ni mucho menos la autopista de los cantautores. Cada uno sabrá adónde va, donde su conciencia, su bolsillo, su cabeza, su corazón o, sencillamente, sus posibilidades le lleven. En los 30 años que llevo en este oficio he hecho en cada momento lo que creía o podía hacer. Yo jamás he intentado hacer miméticamente nada y no conozco a ninguno con talento que lo haya hecho".

El arquetipo

Aludió a Rosana "como un caso especial de talento" y rechazó el arquetipo del cantautor con su guitarra al hombro y el pelo largo. "Hay gente que está haciendo música de autor y trabaja con sintetizadores. Esto ha cambiado mucho". Situó dentro de la más elemental lógica que a él se le pueda considerar, una referencia para muchos: "Es un problema de supervivencia. Los únicos que pueden aspirar a convertirse en referencia son los que han sobrevivido algún tiempo, y no vamos a pedir perdón por ello".