LAS VENTAS

"Levantar Madrid con los quites es la leche"

"Aquí, en Las Ventas, viendo al Juli". La frase se escapaba del vozarrón de un hábil comunicante con móvil. El viento, la ocasión y un tendido completamente cubierto exigían el alarde fónico. Sin duda, y ya sin teléfono, la sentencia fue la más repetida. "¿Qué tal está usted?". "Pues aquí, a ver al Juli". Se cruzaban dos viejos aficionados antes de las buenas tardes. Y en esto que apareció El Juli. "Estoy muy contento. Sabía que se me esperaba. He estado cortando orejas y saliendo a hombros en todas las plazas y la gente quería saber si iba a ocurrir lo mismo en Madrid", dice a modo de prólogo...

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"Aquí, en Las Ventas, viendo al Juli". La frase se escapaba del vozarrón de un hábil comunicante con móvil. El viento, la ocasión y un tendido completamente cubierto exigían el alarde fónico. Sin duda, y ya sin teléfono, la sentencia fue la más repetida. "¿Qué tal está usted?". "Pues aquí, a ver al Juli". Se cruzaban dos viejos aficionados antes de las buenas tardes. Y en esto que apareció El Juli. "Estoy muy contento. Sabía que se me esperaba. He estado cortando orejas y saliendo a hombros en todas las plazas y la gente quería saber si iba a ocurrir lo mismo en Madrid", dice a modo de prólogo.En el patio de cuadrillas, antes del inicio de la corrida, todo eran fotos, felicitaciones y los mejores augurios. "Estoy tranquilo", decía entonces. "Ya se me han pasado los nervios", afirma una vez terminado "el trago". Entre medias: "Tener a toda la plaza levantada con el tercio de quites es la leche. El viento ha hecho que la tarde fuera muy complicada", comenta en el primer arranque de entusiasmo. "Creo que he estado importante. Sobre todo, con el segundo novillo, el primero de El Pilar. Con el vendaval que hacía todo se complicaba. Es lo peor que te puede pasar. Es cuando de verdad pasas miedo", continúa.

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Como testigo de la declaración precedente, media docena de revolcones. "La verdad es que he perdido la cuenta. Una vez que sales a hombros se te olvida todo", añade. "De quedarme con algo, lo hago con el capote al de Alcurrucén", sentencia y luego corrige: "También con la espada". El tendido, por su parte, no pudo disimular sus querencias tapizadas de sorpresa. "Eso es una chicuelina invertida". "¡Qué va!, eso es una navarra afarolada". Se rifaban los ávidos lectores del Cossío. Por supuesto, cada uno por su lado, en referencia a quites distintos. Sólo uno de los presentes acertaba con una definición que, apenas pronuciada, levantó unanimidad: "Eso es la hostia". Al final, una frase quedó prendida en toda la plaza. Su autor, el comunicante del móvil: "Sí, acabo de ver al Juli... Pues que ha salido a hombros... La leche, tú".

El Formidable, grave

Juan Carlos Ríos Mateos El Formidable resultó cogido al banderillear al tercero de la tarde. El pronóstico es grave. El novillo de Victorino le produjo una herida de 30 centímetros en la zona del glúteo que "disecciona el recto y alcanza la articulación coxo-femoral". El subalterno fue operado en el quirófano de la plaza durante media hora.

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