VALENCIA

La primera en la frente

La primera de las tres novilladas que la empresa Roberto Espinosa ha programado para cumplir con el pliego de arriendo de la plaza no resultó un éxito en ningún sentido. No hubo más de un cuarto de plaza. Y eso que la empresa ha dado todas las facilidades del mundo para que el público tuviera entradas a buenos precios e incluso regalándolas a los abona dos. Ni por esas. Segundo, los novillos no fueron grandes colabora dores y tercero, porque los novilleros saben lo que saben, y es poco a tenor de lo visto.

El Cid venía precedido de fama, en Castilla, pero aquí ni la "tizona" manejó con ...

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La primera de las tres novilladas que la empresa Roberto Espinosa ha programado para cumplir con el pliego de arriendo de la plaza no resultó un éxito en ningún sentido. No hubo más de un cuarto de plaza. Y eso que la empresa ha dado todas las facilidades del mundo para que el público tuviera entradas a buenos precios e incluso regalándolas a los abona dos. Ni por esas. Segundo, los novillos no fueron grandes colabora dores y tercero, porque los novilleros saben lo que saben, y es poco a tenor de lo visto.

El Cid venía precedido de fama, en Castilla, pero aquí ni la "tizona" manejó con acierto. Aseado en su primero, de justa fuerza, ligó algún natural suelto.

Con la derecha sólo lo intentó, lo que en estos tiempos es de agradecer. Fue lo que no hizo el malagueño "Tobali" que dio dos recitales. A saber; uno con la derecha, confundiendo despaciosidad con pesadez. Si se puso pelma que el usía le avisó antes de entrar a matar el primero de su lote, un borreguito de corta embestida, al que mató dando el otro recital, el de la tizona. En su segundo "Tobali" repitió, aumentada, la faena anterior y, ya a plaza vacía, dio una vuelta por su cuenta.

Arjona / Cid, Danvila, Tobali

1981 (112 m.). Dir.: Richard Marquand. Int.: Donald Sutherland, Kate Nelligan.

Novillos de Sánchez Arjona, bien presentados, 2° y 5° mansos, resto nobles

Tobali: primer aviso antes de matar, dos pinchazos, media baja, tres descabellos —segundo aviso— y tres descabellos (silencio); estocada —aviso— y descabello (vuelta por su cuenta).

El Cid: bajonazo, descabello —aviso— y descabello (aplausos); estocada atravesada que asoma y estocada baja (silencio)

Un cuarto de entrada.

El valenciano Vicente Danvila pagó la falta de soltura con los dos garbanzos negros de la corrida. El primero se lo llevó a las tablas, el novillo a él digo, y allí rehusó cualquier pelea estrellando las esperanzas del novillero y su primera oportunidad. El quinto tuvo guasa. ¡Vaya lidia! Era manso, embestía a oleadas, pero Danvila no se amilanó demostrando tener tanta inseguridad como vergüenza y eso en un novillero de hoy es todo un mérito.

Veremos cuando vuelve a torear.

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