México acepta finalmente el basurero nuclear de EE UU

El Gobierno mexicano ha decidido aceptar el basurero radiactivo que Estados Unidos pretende construir en la frontera entre ambos países.Después de cinco días de declaraciones contradictorias, un escueto comunicado oficial emitido por los secretarios (ministros) de Relaciones Exteriores, Medio Ambiente y Energía de México asegura que el confinamiento de residuos tóxicos de Sierra Blanca (Tejas) "no representará riesgo alguno" para la población y el entorno ecológico de ese país, puesto que "sí cumple con la normatividad mexicana y con los requisitos internacionales de seguridad".

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El Gobierno mexicano ha decidido aceptar el basurero radiactivo que Estados Unidos pretende construir en la frontera entre ambos países.Después de cinco días de declaraciones contradictorias, un escueto comunicado oficial emitido por los secretarios (ministros) de Relaciones Exteriores, Medio Ambiente y Energía de México asegura que el confinamiento de residuos tóxicos de Sierra Blanca (Tejas) "no representará riesgo alguno" para la población y el entorno ecológico de ese país, puesto que "sí cumple con la normatividad mexicana y con los requisitos internacionales de seguridad".

Este comunicado oficial zanja la polémica y difumina el disgusto mostrado por la responsable de Medio Ambiente, Julia Carabias, y la canciller, Rosario Green, después de que una resolución del Senado norteamericano diera vía libre, el pasado miércoles, a la construcción del confinamiento.

De hecho, la Cancillería hizo llegar a EE UU 14 notas diplomáticas (la última el viernes pasado) en las que solicitaba la reubicación del basurero, que distará apenas 30 kilómetros de Ciudad Juárez, la localidad más populosa del Estado mexicano de Chihuahua.

El proyecto estadounidense ha levantado las protestas de todos los partidos y de los grupos ecologistas de México, temeroros de que, a pesar de los acuerdos firmados por ambos países, la frontera común se acabe convirtiendo en un basurero nuclear.

Un convenio suscrito por México y Estados Unidos en los años ochenta recomendaba a ambos países no usar la zona fronteriza para el emplazamiento de cementerios nucleares.

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