Reportaje:

El festival alternativo de Edimburgo se rebela contra el oficial y empieza en solitario

El "Fringe" ofrecerá en la capital escocesa 1.309 espectáculos este verano

El Festival de Arte Alternativo de Edimburgo, Fringe, llega a su madurez alzándose en rebeldía contra el Festival Internacional, la madre de los eventos culturales del verano escocés. Por primera vez desde el nacimiento de ambos acontecimientos, en 1947, el Fringe adelantó ayer su inauguración una semana con una colorida cabalgata que recorrió las calles de Edimburgo (cuya población se duplicará este mes). El Fringe pretende así demostrar la fuerza de su programación: un total de 1.309 espectáculos con 10.000 artistas internacionales.

La tradicionalmente buena convivencia entre los dos ...

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El Festival de Arte Alternativo de Edimburgo, Fringe, llega a su madurez alzándose en rebeldía contra el Festival Internacional, la madre de los eventos culturales del verano escocés. Por primera vez desde el nacimiento de ambos acontecimientos, en 1947, el Fringe adelantó ayer su inauguración una semana con una colorida cabalgata que recorrió las calles de Edimburgo (cuya población se duplicará este mes). El Fringe pretende así demostrar la fuerza de su programación: un total de 1.309 espectáculos con 10.000 artistas internacionales.

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La tradicionalmente buena convivencia entre los dos festivales más importantes de Edimburgo -el Internacional y el Fringe- comienza a resquebrajarse este año. El Fringe, foco de compañías noveles y escenario experimental de artistas consagrados, demuestra su mayoría de edad y se lanza a la aventura en solitario. Al contrario que en ediciones pasadas, su inauguración oficial, ayer por la tarde, se adelanta en una semana a las sesiones del Festival Internacional.Hilary Strong, directora del Fringe, justifica el cambio por cuestiones climáticas y financieras. El número de visitantes desciende a partir del 31 de agosto, perjudicando la recaudación de aquellas compañías programadas durante la primera semana de septiembre. El festival internacional nada puede hacer frente a las inclemencias del tiempo y, al menos de momento, tampoco puede modificar su calendario habitual, que este año concluye el día 5 del mes próximo. La contratación de directores como Bernard Haiting, compañías como la de danza de Gelabert-Azzopardi, u orquestas como la Filarmónica de Berlín, que llegan este verano a Edimburgo, avalan la calidad y atractivo del evento. Pero al mismo tiempo le restan la flexibilidad de que goza su pariente alternativo en tanto que debe cerrar los contratos con muchísima antelación.

Con su semana en solitario, el Fringe quiere demostrar el poderío de su oferta y ganarse quizá un merecido incremento de las subvenciones públicas. Su audiencia se eleva en torno a las 500.000 personas, que durante los próximos 20 días disfrutarán con un total de 1.309 espectáculos a cargo de cerca de 10.000 artistas de la mayoría de los rincones del mundo. Este encuentro alternativo contribuye con unos 28 millones de libras (en torno a los 7.000 millones de pesetas) a la economía escocesa frente a los 19 millones de libras de la contribución del evento principal. Edimburgo, por su parte, duplica su población durante la temporada festivalera hasta alcanzar el millón entre residentes y visitantes.

El éxito de la fórmula del Fringe parece exigir ahora un control que antes no tenía. Paradójicamente ha sido una obra de los años sesenta, el musical Hair, la primera víctima de la censura de Hilary Strong y su equipo. Los bailarines y cantantes de Hair suben al escenario desde ayer, pero la compañía tuvo que retirar el cartel anunciador por presunto abuso de imágenes nudistas. "Es bueno saber que Hair continúa provocando polémica", señaló un portavoz del grupo.

Los humoristas, plato fuerte de ediciones anteriores del Fringe, se ven superados este año por la oferta de las compañías dramáticas. La temática de las obras de teatro no conoce límites. Por ello, la muerte de Diana de Gales y su relación con el heredero de la corona británica se reinterpretan en Edimburgo en varios espectáculos. The flowers in the park (Las flores del parque) explora los sentimientos humanos frente a la desaparición de la mujer más célebre de la historia monárquica del Reino Unido. Love upon the throne (Amor sobre el trono), de la compañía Bright, también aborda al personaje.

Al igual que en ediciones pasadas, España también está representada. Manuel Dionis-Bayer ofrece una lección de sexo y religión en Hamlet en el espejo, el humorista Leandro Ribera acerca un espectáculo mudo a base de imaginación y contorsiones físicas, y, entre otros actos, María Ripoll estrena su película rodada en inglés, If only, dentro del festival de cine. En el festival internacional se estrena una versión en inglés de La vida es sueño, dirigida por Calixto Bieito, y se presenta el ballet ZumZum. Ka, con coreografía de Cesc Gelabert.

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