Crítica:CANCIÓN | Daniela, Chico y el alcalde

Fue un concierto a tres bandas

En la programación musical de Los Veranos de la Villa de Madrid hay que contar siempre con la presencia del alcalde. Aunque sea virtual. Las autoridades municipales han decidido este año que la hora de las brujas coincida siempre con el final de las actuaciones. Y así los artistas se ven obligados a recortar sus espectáculos, negarse a los bises que solicita el público y estar casi más pendientes del horario que de cantar. Sólo importa la puntualidad del cierre. Un engaño para quien ha desembolsado 2.500, 3.000 o 5.000 pesetas.

Una túnica blanca, camisa de cuello alto y uno de sus gorro...

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En la programación musical de Los Veranos de la Villa de Madrid hay que contar siempre con la presencia del alcalde. Aunque sea virtual. Las autoridades municipales han decidido este año que la hora de las brujas coincida siempre con el final de las actuaciones. Y así los artistas se ven obligados a recortar sus espectáculos, negarse a los bises que solicita el público y estar casi más pendientes del horario que de cantar. Sólo importa la puntualidad del cierre. Un engaño para quien ha desembolsado 2.500, 3.000 o 5.000 pesetas.

Una túnica blanca, camisa de cuello alto y uno de sus gorros estrafalarios sobre la testa. No pasó frío Chico César. En los pocos meses transcurridos desde su primera visita a la ciudad, el cantante y compositor brasileño ha ido incrementando notablemente el número de sus admiradores. Le corean canciones como Mama África o Mandela, que parece vinieron para quedarse. El más conocido de sus admiradores es Pedro Guerra, que salió al escenario para cantar a dúo con él A primeira vista. Adaptó la letra al castellano y hay planes de futuro entre ambos. Su banda invernal de tres elementos aumentó hasta siete en el formato veraniego (acordeón, saxo y flauta, guitarra eléctrica. . .). Supo a poco lo de Chico César. Tuvo que-dejar hora y media de actuación, la que ofrece en las demás ciudades de su -gira europea, en apenas tres cuartos y se quedó el hombre compungido.

Daniela Mercury y Chico César

Estados Unidos, 1993 (87 minutos). Director: William A. Graham. Intérpretes: Markie Post, Corbin Bernsen, Don Swayze.

La Riviera

Madrid, 15 de julio

Tierra musical

Daniela Mercury se presentaba oficialmente en España. Y se trajo la banda sonora de Bahía: el ritmo arrollador con el que se baila en una de las tierras más musicales del planeta. Que sea la musa del carnaval bahiano se comprende con verla aparecer. Tiene buena voz, belleza, derrocha simpatía. . . y baila y baila y baila. Hora y media más tarde, un espectador asombrado preguntaba "¿esta mujer va a parar en algún momento?". Lo hizo unos minutos después de la medianoche y porque no la dejaban continuar.

. Lo que ofrece Daniela Mercury, la blanca más negra de Bahía, es una estilización pop de la batida percusiva de los blocos afros, agrupaciones que han recuperado las raíces africanas. Genial invento rítmico que ha cautivado a estrellas del mundo anglosajón. En Brasil, Daniela Mercury es todo un fenómeno: ha logrado la proeza de contagiar su música festiva a las reticentes urbes del sur, y vende alrededor de un millón de ejemplares de cada uno de sus discos. Ahora mismo está arrasando en Portugal.

Aquello reclamaba a todas luces un recinto al aire libre. No se puede encerrar este alegre carnaval musical entre cuatro paredes. Menos aún ponerle hora de cierre.

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