La banca suiza no dará más de 90.000 millones de pesetas a los fondos judíos

Los tres principales bancos suizos anunciaron ayer que no pagarán ninguna cantidad que exceda de 600 millones de dólares (unos 90.000 millones de pesetas, al cambio actual) para arreglar de manera amistosa el asunto de los fondos judíos sin herededos. En un comunicado dado a conocer en Zúrich, manifestaron que esta cantidad «se encuentra en el límite de lo que todavía es aceptable» para tener un final feliz.El Credit Suisse, la Société de Banque Suisse y la Unión de Bancos Suizos, expresaron igualmente su disposición a concluir un acuerdo con los abogados que trabajan en las demandas colectiva...

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Los tres principales bancos suizos anunciaron ayer que no pagarán ninguna cantidad que exceda de 600 millones de dólares (unos 90.000 millones de pesetas, al cambio actual) para arreglar de manera amistosa el asunto de los fondos judíos sin herededos. En un comunicado dado a conocer en Zúrich, manifestaron que esta cantidad «se encuentra en el límite de lo que todavía es aceptable» para tener un final feliz.El Credit Suisse, la Société de Banque Suisse y la Unión de Bancos Suizos, expresaron igualmente su disposición a concluir un acuerdo con los abogados que trabajan en las demandas colectivas presentadas ante los tribunales estadounidenses. Sin embargo, dejaron bien claro que «no satisfarán ninguna reivindicación infundada o excesiva» y, por esa razón, fijaron el tope en 600 millones de dólares.

Los tres bancos dicen haber ofecido esa cifra con la idea final de donar el dinero a un fondo de equidad en favor de las víctimas del holocausto y de sus familias. También quieren dejar claro que los 70 millones de dólares acordados previamente en el marco del fondo especial en favor de las víctimas del holocausto están incluidos dentro de esa cantidad global de 600 millones.

Si ayer los bancos suizos manifestaron su acuerdo con el fondo del asunto, también expresaron su descontento con respecto a la forma en que se está llevando a cabo. Dijeron que la actitud del Congreso Judío Mundial (CJM) y de los abogados responsables de llevar el asunto a los tribunales «ponen seriamente en peligro» las negociaciones destinadas a concluir con un arreglo global. «La confidencialidad de las negociaciones ordenada por la justicia y aceptada por todas partes es constantemente violada», denunciaron.

Los tres bancos suizos implicados en el caso manifestaron que ahora le toca al Congreso Judío Mundial y a los abogados aceptar o rechazar la oferta que les están ofreciendo. «Son ellos quienes deben decidir si rompen o continúan las negociaciones», indicó Ulrich Pfister, el portavoz del Credit Suisse.

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