Una nueva ordenanza enfrenta a panaderos y pasteleros en Barcelona

La ordenanza que aprobará hoy el Ayuntamiento de Barcelona para regular la producción y comercialización de pan y productos de pastelería en la ciudad es rechazada por los panaderos y los pasteleros, y ha generado una dura confrontación entre los dos gremios. Los pasteleros impugnarán la normativa porque creen que les "discrimina" respecto a los panaderos. Éstos, por su parte, rechazan por demasiado limitado el plazo de dos años que se les da para modernizar sus establecimientos

La concejalía de Comercio del Ayuntamiento de Barcelona llevaba tres años negociando con los gremios de paste...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La ordenanza que aprobará hoy el Ayuntamiento de Barcelona para regular la producción y comercialización de pan y productos de pastelería en la ciudad es rechazada por los panaderos y los pasteleros, y ha generado una dura confrontación entre los dos gremios. Los pasteleros impugnarán la normativa porque creen que les "discrimina" respecto a los panaderos. Éstos, por su parte, rechazan por demasiado limitado el plazo de dos años que se les da para modernizar sus establecimientos

La concejalía de Comercio del Ayuntamiento de Barcelona llevaba tres años negociando con los gremios de pasteleros y panaderos para intentar consensuar la nueva ordenanza. "Finalmente hemos conseguido acercar posiciones, pese a que no hay todavía un consenso absoluto y los dos sectores nos han anunciado que alegaran contra algunos aspectos de la ordenanza", reconoció ayer el director del Comercio y Consumo del Ayuntamiento de Barcelona, Albert González. "Los principales desacuerdos, sin embargo, radican en cuestiones que no podemos regular porque no tenemos competencias", añadió González. En este sentido mencionó una de las alegaciones anunciadas por el gremio de pasteleros, contrarios a que los hornos de pan puedan producir y comercializar productos de pastelería. "Nosotros no podemos determinar qué productos deben venderse en cada tipo de establecimiento, porque esto está regulado por un decreto de la Generalitat", indicó González. "La ordenanza que mañana llevamos al pleno sólo regula cuestiones técnicas", añadió. Joan Turull, presidente del Gremio Provincial de Pasteleros de Barcelona, afirmó ayer que la ordenanza "colisiona con la normativa sanitaria que desaconseja la producción de pasteles en los hornos". "Las elevadas temperaturas propias de las panaderías pueden alterar sanitariamente los productos utilizados en la pastelería, como la crema y la nata, lo que supone un peligro para la salud pública", indicó Turull. Los pasteleros afirman, en un comunicado que repartirán entre los clientes de sus establecimientos, que la nueva normativa "es un paraguas proteccionista para el sector panadero, mientras que discrimina a los profesionales de la pastelería". "Se nos impide vender pan en las pastelerías, pero se autoriza a los hornos a vender y producir todos los productos que quieran", afirmó Turull, quien teme el "cierre de muchos establecimientos pasteleros tradicionales al verse sometidos a una competencia desleal". La ordenanza establece una serie de requisitos técnicos que los establecimientos, hornos y pastelerías deberán cumplir en un plazo máximo de dos años. El gremio de panaderos de Barcelona anunció ayer que alegará contra la ordenanza porque considera este plazo excesivamente limitado y exige que sea de 10 años. La normativa es especialmente exigente con los locales que, además de funcionar como hornos de pan, cuentan con una zona de degustación o comercializan otro tipo de productos no relacionados con la panadería o la pastelería. Estos establecimientos deberán estar equipados con lavabos públicos y disponer de una superficie mínima de 15 metros cuadrados destinada exclusivamente a la venta del pan.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En