Borrell afirma que "el papel de lo público" será mayor con la introducción de la moneda única

José Borrell no es un hombre que siga la moda. El candidato socialista a la presidencia del Gobierno formuló ayer algunas ideas que van algo a contrapelo de la corriente mayoritaria en Europa y se alineó con las tesis del Gobierno más a la izquierda de la Unión Europea, el que encabeza el francés Lionel Jospin.Con la introducción de la moneda única, dijo Borrell, "el papel de lo público será mayor, y no menor, en la Europa posteuro". "El triunfo de la moneda única no debe ser el del pensamiento único", añadió, después de poner en duda que el Gobierno del PP mantenga holgadamente a España en el...

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José Borrell no es un hombre que siga la moda. El candidato socialista a la presidencia del Gobierno formuló ayer algunas ideas que van algo a contrapelo de la corriente mayoritaria en Europa y se alineó con las tesis del Gobierno más a la izquierda de la Unión Europea, el que encabeza el francés Lionel Jospin.Con la introducción de la moneda única, dijo Borrell, "el papel de lo público será mayor, y no menor, en la Europa posteuro". "El triunfo de la moneda única no debe ser el del pensamiento único", añadió, después de poner en duda que el Gobierno del PP mantenga holgadamente a España en el euro.

El candidato, el secretario general socialista, Joaquín Almunia, y otros responsables del área económica del partido, como Pedro Solbes, Juan Manuel Eguiagaray, José Antonio Griñán y Luis Martínez Noval, se reunieron en un hotel para debatir de España en el euro. Y ahora, ¿qué?

Los oradores reivindicaron, aunque Solbes es el que más desarrolló la idea, que parte del mérito del ingreso de España en la moneda única corresponde a los Gobiernos socialistas. Todos señalaron de paso que, para lograr el aprobado, el Ejecutivo del PP había recurrido a trucos contables como "casi todos los demás socios de la UE". Más vehemente, Borrell sostuvo que la llamada "contabilidad creativa" llegó a ser en España "imaginativa".

Todos, también, pusieron en tela de juicio que, cuando acabe la actual bonanza económica, el Gobierno de José María Aznar sea capaz de mantener el rumbo de aproximación a Europa a causa de los déficit encubiertos, de la inflación subyacente, etcétera. Borrell pidió al Ejecutivo que elabore un programa poseuro que garantice el mantenimiento de la convergencia con los socios de la unión monetaria.

No sólo en su empeño de preservar el "papel de lo público" coincidió Borrell con Jospin. Sintonizó de nuevo cuando subrayó que el independiente Banco Central Europeo debe "rendir cuentas ante las instituciones democráticas" y que frente a esa institución debe haber "un poder que coordine la política económica de los Estados". "El BCE es la primera institución federal europea, pero no debe ser la única".

El discurso del candidato tuvo un marcado carácter europeísta. Abogó por "reforzar las instituciones de la UE" y pidió no sólo que no se recorte la solidaridad financiera (cohesión) de los socios más ricos con España, sino que se aumenten los recursos comunitarios, "porque no es sostenible una moneda única con un presupuesto que apenas rebasa el 1%". Recordó a Aznar que ahora lucha por mantener la cohesión que logró Felipe González.

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