El PNV retira su apoyo al nuevo IRPF por las críticas del PP a la reforma fiscal vasca

Las relaciones entre el PNV y el Gobierno atraviesan un momento delicado respecto de la reforma del impuesto sobre la renta. El Grupo Parlamentario Vasco se muestra ahora contrario a apoyar al Gobierno en este trascendental proyecto de ley tras las críticas que desde el PP se han dirigido en los últimos días contra la reforma del IRPF en el País Vasco. El PNV considera que el "pacto de no agresión" se ha roto, y en estos términos se expresa su portavoz, Iñaki Anasagasti, en una carta al vicepresidente Rodrigo Rato. Éste asegura que todavía es posible el acuerdo.

El "pacto de no agresión...

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Las relaciones entre el PNV y el Gobierno atraviesan un momento delicado respecto de la reforma del impuesto sobre la renta. El Grupo Parlamentario Vasco se muestra ahora contrario a apoyar al Gobierno en este trascendental proyecto de ley tras las críticas que desde el PP se han dirigido en los últimos días contra la reforma del IRPF en el País Vasco. El PNV considera que el "pacto de no agresión" se ha roto, y en estos términos se expresa su portavoz, Iñaki Anasagasti, en una carta al vicepresidente Rodrigo Rato. Éste asegura que todavía es posible el acuerdo.

El "pacto de no agresión" se fraguó en una reunión celebrada en Madrid entre el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, y el vicelehendakari del Gobierno vasco, Juan José Ibarretxe. A ella asistió también, entre otros, el portavoz parlamentario del PNV, Iñaki Anasagasti.Esa reunión fue previa al debate de totalidad del proyecto de ley de reforma del IRPF en el Parlamento estatal y sirvió para garantizar al Gobierno el respaldo del PNV. La pasada semana, el grupo vasco votó en contra de las enmiendas a la totalidad presentadas por todos los grupos de izquierda.

La condición era que su reforma del IRPF, presentada a primeros de mes en el País Vasco, no fuera atacada desde las filas del PP. Sin embargo, en los últimos días se han sucedido declaraciones que, según afirman en el PNV, rompen ese compromiso. La "gota que ha colmado el vaso", según explican fuentes del PNV, han sido unas declaraciones del portavoz adjunto del Partido Popular en la Comisión de Economía del Congreso, Rafael Cámara, publicadas el pasado lunes en El Correo. Cámara pide la retirada del proyecto vasco y afirma que esta propuesta "trata por todos los medios de desmarcarse de la del Gobierno central, pero introduce errores de bulto que perjudican mucho a los compradores de vivienda y a los contribuyentes medios".

El enfado del PNV se concreta, en principio, en la presentación de enmiendas parciales al proyecto de ley del IRPF estatal. El Grupo Vasco había decidido no actuar en este trámite. El plazo de presentación de enmiendas parciales termina mañana.

A este nuevo conflicto entre la Administración central y la vasca no es ajeno que en esta comunidad autónoma las elecciones están a la vuelta de la esquina. Serán en octubre próximo y la campaña electoral coincidirá justo con la tramitación del IRPF en el Parlamento central. Si el PNV, finalmente, no apoya al Gobierno, éste sólo contaría con cuatro votos de diferencia a su favor. Anasagasti, por su parte, ha enviado una carta a Rodrigo Rato en la que le expresa su malestar por las críticas del PP a su reforma. Rato ha manifestado a este periódico que aún no ha leído la misiva, porque desde el domingo hasta ayer por la tarde ha estado en Car-diff para asistir a la cumbre europea.

"Mañana [por hoy] la leeré cuando llegue al despacho", señala el vicepresidente. No obstante, Rato resta importancia al conflicto. "La reforma vasca está aún en sus comienzos y lo que conocemos es sólo un Libro Blanco". En cualquier caso, "nuestro compromiso es de respeto mutuo".

Rato recuerda que la reforma del País Vasco responde a la capacidad normativa que se acordó en el pacto de investidura que permitió al PP formar Gobierno después de las elecciones de 1996. Añade que las reformas de la Administración central y del País Vasco coinciden en muchos aspectos y que, por ello, "espero que podamos avanzar en un consenso".

Se asemejan, en efecto, en la reducción de la tarifa del impuesto y en su simplificación, si bien difieren en un aspecto esencial. En el Estado se introduce un mínimo personal o familiar que se descuenta de la base, mientras que en el País Vasco se opta por el tramo a tipo cero. Desde la oposición se critica el modelo estatal por favorecer proporcionalmente más a las rentas altas.

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