Tradiciones
Imagínese qué estupendo es ser jugador de fútbol de reconocido prestigio de un equipo de la capital. Suponga que su equipo de fútbol gana un campeonato o algo parecido (eso es lo de menos). Pues bien, tendrá usted derecho a subirse por alguna estatua (por supuesto, sobre una bonita y antigua, cuanto más mejor), hacer un rato el cafre sobre ella (a ver si por fin se hunde y el alcalde puede construir alguna vulgar y sosa escultura de las suyas) y encima ser ovacionado por las multitudes enfervorizadas. ¡Y es que hay que ver qué tradiciones más divertidas y originales tenemos en Madrid!-...
Imagínese qué estupendo es ser jugador de fútbol de reconocido prestigio de un equipo de la capital. Suponga que su equipo de fútbol gana un campeonato o algo parecido (eso es lo de menos). Pues bien, tendrá usted derecho a subirse por alguna estatua (por supuesto, sobre una bonita y antigua, cuanto más mejor), hacer un rato el cafre sobre ella (a ver si por fin se hunde y el alcalde puede construir alguna vulgar y sosa escultura de las suyas) y encima ser ovacionado por las multitudes enfervorizadas. ¡Y es que hay que ver qué tradiciones más divertidas y originales tenemos en Madrid!-