Conflicto en la cúpula del poder judicial

Los palestinos se han quedado sin cúpula judicial. El presidente de la Autoridad Palestina ha decapitado en un plazo de menos de tres meses al presidente del Tribunal Supremo y al fiscal general. En los dos casos, los dimitidos han denunciado interferencias del poder político en la maquinaria judicial.El primero en caer fue el presidente del Supremo, Qusay Abadlah, quien fue destituido de su cargo el pasado 17 de febrero, mientras se encontraba de viaje en Egipto, alegando oficialmente que había cumplido los 60 años y que estaba dentro del periodo legal de jubilación. La verdad es que su dimis...

Los palestinos se han quedado sin cúpula judicial. El presidente de la Autoridad Palestina ha decapitado en un plazo de menos de tres meses al presidente del Tribunal Supremo y al fiscal general. En los dos casos, los dimitidos han denunciado interferencias del poder político en la maquinaria judicial.El primero en caer fue el presidente del Supremo, Qusay Abadlah, quien fue destituido de su cargo el pasado 17 de febrero, mientras se encontraba de viaje en Egipto, alegando oficialmente que había cumplido los 60 años y que estaba dentro del periodo legal de jubilación. La verdad es que su dimisión se produjo como respuesta a unas declaraciones efectuadas a la prensa local en las que había criticado duramente las interferencias del poder político, la Autoridad Palestina, en el trabajo judicial. El segundo en caer fue el fiscal general Favez Abu Rahma, destituido a principios de este mes de mayo, después de haber protagonizado importantes enfrentamientos con las autoridades policiales, que se habían negado reiteradamente a cumplir sus órdenes.

Entre los incidentes más relevantes se encuentra el caso de 11 palestinos que se encontraban desde hacía meses encarcelados en la prisión de Gaza sin condena firme y cuya liberación ordenó el fiscal general, lo que se llevó a término después de largas presiones el pasado 15 de agosto. Horas más tarde de que se produjera su liberación, la policía detuvo de nuevo a los 11 jóvenes, así como al director de la cárcel que les abrió las puertas de la prisión.