Entrevista:

«España debe estar en el ESO para aprovechar bien su futuro gran telescopio de Canarias»

Toda una trayectoria científica en el estudio de la formación de estrellas conduce al astrónomo Carlos Eiroa al no menos fascinante campo de los nuevos planetas descubiertos hace poco fuera del sistema solar. Para indagar a fondo en el origen y evolución de las estrellas y sus sistemas planetarios, han unido esfuerzos una veintena de astrónomos de varios países en el proyecto Planetary Sistems: Formation and Properties, que dirige Eiroa y al que se ha adjudicado este año todo el tiempo internacional de observación -un 5% del total- de los telescopios de Canarias. Además, Eiroa, profesor de la ...

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Toda una trayectoria científica en el estudio de la formación de estrellas conduce al astrónomo Carlos Eiroa al no menos fascinante campo de los nuevos planetas descubiertos hace poco fuera del sistema solar. Para indagar a fondo en el origen y evolución de las estrellas y sus sistemas planetarios, han unido esfuerzos una veintena de astrónomos de varios países en el proyecto Planetary Sistems: Formation and Properties, que dirige Eiroa y al que se ha adjudicado este año todo el tiempo internacional de observación -un 5% del total- de los telescopios de Canarias. Además, Eiroa, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, con mucha experiencia en observatorios internacionales, es miembro del comité científico del Grantecan, el telescopio español de 10 metros de diámetro aprobado para su ubicación en la isla de La Palma.Pregunta. ¿Qué aportan los telescopios de nueva generación al estudio de formación estelar y nuevos planetas?

Respuesta. Mucho. Son telescopios de gran tamaño con resolución y sensibilidad muy altas. Los Keck, de Hawai, dedican ya buena parte de su tiempo a este campo. El VLT del Observatorio Europeo Austral (ESO), cuando esté completo, podría ver directamente exoplanetas que ahora sólo se pueden detectar indirectamente por la influencia que tienen en una estrella.

P. ¿Qué supone el Grantecan?

R. Su financiación es una buena noticia. Permitirá que los astrónomos españoles accedamos de forma natural a un telescopio de nueva generación, porque España no está en el ESO ni disfruta de acuerdos bilaterales con países que tienen en marcha proyectos de este tipo. También es importante que el Grantecan facilite a la astronomía española aprobar su asignatura pendiente: el desarrollo de instrumentos. Sin embargo, si queremos realmente sacar todo el jugo al Grantecan, hay que tomar otras medidas paralelas, como hacer un plan nacional de astronomía que permita un desarrollo equilibrado de este área.

P. ¿Debería estar España en el ESO?

R. Sí. Es necesario para aprovechar de forma óptima el telescopio español porque significaría estar en el club de países que, junto a EE UU, son la vanguardia de la astronomía mundial. En la Sociedad Española de Astronomía se adoptó una resolución apoyando el Grantecan junto a la entrada en el ESO.

P. ¿Qué objetivos se plantea su proyecto actual en los observatorios de Canarias?

R. Se trata de estudiar la formación y evolución de sistemas planetarios, desde los discos densos de gas y polvo asociados con estrellas muy jóvenes hasta la aparición de los propios sistemas planetarios, cuando las estrellas están más evolucionadas. También investigamos las estrellas en las que se han encontrado candidatos a planetas -una decena hasta ahora- y buscaremos otras en las que pueda haberlos.

P. ¿Se forman siempre planetas alrededor de las estrellas?

R. No necesariamente. La formación de una estrella lleva aparejada la formación de un disco protoestelar, cuya evolución puede dar lugar a planetas, pero no siempre. En el disco se pueden formar pequeños cuerpos sólidos que se van agregando hasta convertirse en planetas. Así se formaría el sistema solar, pero esta evolución tiene distintos escenarios posibles.

P. ¿Han empezado las observaciones desde Canarias?

R. Sí. Acabamos de hacer el primer turno de observaciones. Hemos registrado, por ejemplo, el tránsito del planeta asociado a la estrella Tau Bootis -cuando el cuerpo pasa en la línea de visión del astro- y esperamos haber captado muestras de la atmósfera del planeta superpuestas al espectro de luz de la estrella. La señal del planeta es muy débil y hay que tomar datos durante el tránsito y cuando el planeta ya ha pasado, para compararlos.

P. Tras unos años en los que la astronomía parecía volcada en el universo lejano, ahora se ha vuelto la vista también hacia las estrellas próximas...

R. El hallazgo en 1995 del primer planeta alrededor de otra estrella, 51 Peg, ha supuesto una explosión en este campo. La trascendencia del hallazgo desborda los límites de la ciencia. La confirmación de la existencia de otros sistemas planetarios, que antes sólo intuíamos, abre la puerta para comprobar la existencia de planetas como la Tierra.

P. ¿Cómo se lograría verlos y analizarlos directamente ?

R. Necesitamos instrumentos con mucha resolución que puedan ver separadamente el planeta y la estrella y de detectar flujos de energía muy diferentes. Además, deben ser capaces de analizar la luz del planeta para conocer sus propiedades físico-químicas. Es como si observas a una gran distancia una cerilla encendida junto a un faro del coche; sólo ves el faro, a no ser que tengas un instrumento muy sensible que te indique que hay también una cerilla de fósforo. Para ver y estudiar planetas como el nuestro alrededor de otras estrellas hay que utilizar un interferómetro, -varios telescopios combinados- en el infrarrojo, operando desde el espacio.

P. ¿Para cuándo esos medios?

R. Hay dos planes, uno de EE UU y otro europeo, el Darwin , en el que participamos varios astrónomos del proyecto de sistemas planetarios y que está estudiando la Agencia Europea del Espacio. Podrían realizarse hacia el 2010. Con ellos podríamos ver planetas pequeños, estudiar sus atmósferas e incluso averiguar si hay en ellos algún escenario apto para la actividad biológica.

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