Ciencia para atletas

Un saque de tenis defectuoso se puede corregir comparándolo con el saque de un tenista virtual. Incluso se puede prever mediante una aplicación informática cuál es la mejor respuesta táctica de un futbolista ante una situación determinada. La única Facultad del Deporte de Andalucía, dependiente de la Universidad de Granada, lleva diez años aplicando los conocimientos científicos al rendimiento deportivo y obteniendo jugosos resultados que se han celebrado en competiciones mundiales. Los propios profesores se han convertido en programadores informáticos para paliar la falta de aplicaciones nece...

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Un saque de tenis defectuoso se puede corregir comparándolo con el saque de un tenista virtual. Incluso se puede prever mediante una aplicación informática cuál es la mejor respuesta táctica de un futbolista ante una situación determinada. La única Facultad del Deporte de Andalucía, dependiente de la Universidad de Granada, lleva diez años aplicando los conocimientos científicos al rendimiento deportivo y obteniendo jugosos resultados que se han celebrado en competiciones mundiales. Los propios profesores se han convertido en programadores informáticos para paliar la falta de aplicaciones necesarias con que mejorar el rendimiento de los atletas. Ahora ultiman un sistema de simulación en el que el deportista, provisto de un casco de realidad virtual, puede interactuar hasta conseguir emular al modelo electrónico y superar así su técnica. En 1992 los profesores de la Facultad del Deporte culminaron cuatro proyectos diferentes. Uno para mejorar la salida en las pruebas de natación; otro para preparar la de las pruebas de velocidad, y otros dos para valorar los parámetros biomecánicos de los saltadores de altura y los lanzadores de martillo. Precisamente, ese año la facultad consiguió la patente de un programa a través del cual se pueden valorar los parámetros del salto vertical de los atletas. La aplicación práctica fue inmediata. La selección española de voleibol, con su entrenador Gilberto Herrera a la cabeza, decidió concentrarse en Granada para preparar su participación en los Juegos Olímpicos de Barcelona. En aquella cita deportiva el equipo se alzó con el octavo puesto entre todos los que compitieron en dicha especialidad. Durante su estancia en Granada, los jugadores de voleibol -un deporte en el que el salto vertical es fundamental- utilizaron el sistema de perfeccionamiento ideado por los profesores de esta Facultad del Deporte. Manuel Martínez, que forma parte del grupo de Control y Aprendizaje Motor que dirige Antonio Oña y en el que participan también Francisco García y Raúl Arellano, explica que en un año tendrá a punto el nuevo sistema, mucho más ambicioso, de simulación virtual. Simulación virtual Se trata de un sistema mediante el cual el deportista, ante una situación generada en el ordenador, que él percibe por unos cascos de realidad virtual, da una respuesta que el programa procesa, compara y modifica para lograr un mejor rendimiento. El grupo que dirige Antonio Oña colabora estrechamente con el de Biomecánica, al frente del cual está el profesor Marcos Gutiérrez. Los investigadores de Biomecánica filman al deportista para analizar con detenimiento los posibles errores técnicos y más tarde establecer las pautas para corregirlos. "Luego", explica Manuel Martínez, "nosotros recogemos esa información y la introducimos en el sistema de simulación para que el deportista pueda mejorar el rendimiento". Este programa permitirá no sólo analizar técnicas concretas -como la salida de un corredor en una carrera de velocidad- sino ayudar a tomar decisiones adecuadas frente a las situaciones aleatorias que se pueden plantear, por ejemplo, en un partido baloncesto. Martínez confía en que los primeros resultados se vean dentro de un año. El proceso hasta que la Facultad del Deporte consigue una patente es similar al de cualquier otra invención. El sistema tiene que superar las rigurosas pruebas científicas de cualquier proyecto de investigación y luego aparecer publicado en alguna revista. Sólo entonces podrá comenzar a aplicarse.

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