El Consell recupera por 35 millones cinco fincas del marjal del Pego adquiridas por el Ayuntamiento

La Consejería de Medio Ambiente ha culminado, tras meses de papeleos, la adquisición mediante el derecho de tanteo y retracto (preferencia de la Administración a la hora de adquirir un bien por el mismo valor de una transacción en curso) de cinco fincas en el corazón del parque natural del marjal de Pego-Oliva. Se trata de cinco fincas adquiridas a lo largo del último año por el Ayuntamiento pegolino y por un particular para proseguir las tareas de destrucción y conversión en fincas de cultivo del valioso enclave húmedo. En total, 257 hanegadas (más de 20 hectáreas) por las que la Generalitat ...

La Consejería de Medio Ambiente ha culminado, tras meses de papeleos, la adquisición mediante el derecho de tanteo y retracto (preferencia de la Administración a la hora de adquirir un bien por el mismo valor de una transacción en curso) de cinco fincas en el corazón del parque natural del marjal de Pego-Oliva. Se trata de cinco fincas adquiridas a lo largo del último año por el Ayuntamiento pegolino y por un particular para proseguir las tareas de destrucción y conversión en fincas de cultivo del valioso enclave húmedo. En total, 257 hanegadas (más de 20 hectáreas) por las que la Generalitat pagará 35.453.333 pesetas, según acordó ayer el pleno del Consell. Con esta acción, la consejería, en manos de UV, da un paso más en el conflicto que le enfrenta al alcalde de Pego, el ex regionalista Carlos Pascual, y a un grupo de agricultores que desde hace más de un año se dedican a quemar la vegetación protegida, desecar el humedal y roturar los terrenos. Sin embargo, el consejero José Manuel Castellá ha manifestado siempre su intención de adquirir todas las fincas calificadas por el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del parque como zonas de especial protección, puesto que en otras sí está permitido el cultivo tradicional de arroz. A tal fin, la consejería calcula que tendrá que invertir 1.500 millones en la adquisición de suelo rústico. Entre las ahora adquiridas destaca una finca de la Muntanyeta Verda y otra, en el centro del área protegida, donde ahora se ubican las bombas que, con dinero municipal, desaguan el parque.