FERIA DE ABRIL

Victorino Martín dice que prefiere el veredicto de la afición

Victorino Martín vuelve por tercer año consecutivo a la plaza de la Maestranza y sus toros protagonizan otra vez el cartel más interesante de la feria para muchos aficionados. El mano a mano de El Tato y Pepín Liria, triunfadores ante esta divisa, redondea una tarde cuajada de expectativas. A pesar de su veteranía, el ganadero reconoce: "Desde hace días duermo con Sevilla en la cabeza y los nervios en el estómago". "No en vano, Sevilla y Madrid son las plazas más importantes del mundo, y lo que ocurra en ellas tiene una enorme repercusión".

Victorino Martín ya conoce el sabor del éxit...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Victorino Martín vuelve por tercer año consecutivo a la plaza de la Maestranza y sus toros protagonizan otra vez el cartel más interesante de la feria para muchos aficionados. El mano a mano de El Tato y Pepín Liria, triunfadores ante esta divisa, redondea una tarde cuajada de expectativas. A pesar de su veteranía, el ganadero reconoce: "Desde hace días duermo con Sevilla en la cabeza y los nervios en el estómago". "No en vano, Sevilla y Madrid son las plazas más importantes del mundo, y lo que ocurra en ellas tiene una enorme repercusión".

Victorino Martín ya conoce el sabor del éxito en Sevilla. "Estoy contentísimo con la respuesta de esta afición, y el mejor premio que yo puedo recibir es el disfrute que le proporcionan mis toros, porque ése es el veredicto más democrático, y no el de los jurados, que el año pasado cometieron conmigo una cacicada".

Su única preocupación, asegura, es servir al que paga, "y para ello", afirma Victorino, "pongo todo de mi parte para que mis toros no sufran el mal del descastamiento y sigan siendo bravos y fieros, que es como tienen que ser". A la hora de analizar las responsabilidades, es tajante: "Los ganaderos somos los responsables, mejor dicho, aquellos que no mandan en su casa permiten que manden otros y crían los toros al gusto de éstos; así sale lo que sale".

Cuando se le pide su opinión sobre el momento que vive la fiesta, Victorino Martín se lamenta: "¡Qué pena de fiesta! Yo he tenido la fortuna de conocer otra muy distinta, y la de ahora es lamentable, aunque resulte duro reconocerlo". Añade que los aficionados están siendo sustituidos. "por un público que acude a un acto social", aunque está convencido de que este espectáculo no se acabará nunca. "mientras exista un español, existirán los toros", dice Victorino, "de lo que no estoy seguro es de que mantengan la pureza, porque ya se han perdido los encastes de la ganadería brava y algunos no se recuperarán nunca".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Sobre la firma

Archivado En