Un águila imperial es muerta a tiros en un coto de Toledo
Un águila imperial apareció ayer muerta por un disparo en un coto de caza de la provincia de Toledo. Se trataba del último ejemplar que quedaba vivo de los quince que se marcaron con transmisores en 1991, dentro del programa de conservación de esta especie, según informó ayer la organización ecologista Birdlife. El águila imperial es una de las especies más amenazadas del planeta y sólo quedan entre 120 y 130 parejas, localizadas únicamente en España. Birdlife ha expresado su "más profunda indignación por esta muerte" y ha solicitado a la comunidad de Castílla-La Mancha la suspensión cautelar ...
Un águila imperial apareció ayer muerta por un disparo en un coto de caza de la provincia de Toledo. Se trataba del último ejemplar que quedaba vivo de los quince que se marcaron con transmisores en 1991, dentro del programa de conservación de esta especie, según informó ayer la organización ecologista Birdlife. El águila imperial es una de las especies más amenazadas del planeta y sólo quedan entre 120 y 130 parejas, localizadas únicamente en España. Birdlife ha expresado su "más profunda indignación por esta muerte" y ha solicitado a la comunidad de Castílla-La Mancha la suspensión cautelar de la caza en el coto donde se ha encontrado el ave muerta.
Según denunció Birdlife en un comunicado divulgado ayer, "es imprescindible que la administración estatal y autonómica tomen cartas en el asunto y frenen el holocausto al que están sometidas las rapaces en territorio español". Los ecologistas exigen al gobierno castellano-manchego que "exija responsabilidades tanto penales como administrativas a los autores del delito".
Dicha organización asegura que en los últimos cinco años han muerto más de cincuenta águilas imperiales "lo que supone el 20% de toda su población". "Con tan pocos ejemplares es muy difícil conseguir la recuperación de la especie", añade Birdlife.
Hace unos meses los ecologistas denunciaron la muerte por disparos en el Pirineo aragonés de un quebrantahuesos, otra rapaz en peligro de extinción. Este hecho según Birdlife constituye la prueba de "que los furtivos gozan más que nunca de impunidad para envenenar o disparar a nuestra fauna amenazada" por lo que dicha organización internacional insta a los gobiernos "a que tomen medidas contundentes que impidan la desaparición de nuestro patrimonio natural y que castiguen con dureza a los criminales".