Cinco 'comenenas'

Rascando con la uña, hasta debajo de un artículo prefabricado tan de manual como éste se puede encontrar un mínimo poso de realidad musical. Estos cinco comenenas son, aparte de lo obvio, correctos intérpretes de un soul blanco, insípido para todo aquel al que le guste la música de verdad, pero tan comercial para las jovencitas como los refrescos con burbujas, las criaturas virtuales y los jerséis azules con rayas anchas. En directo se les ve cumplir con disciplina ciertamente espartana, dándole más cuerda al baile y la exhibición corporal de lo que realmente sería pertinente par...

Rascando con la uña, hasta debajo de un artículo prefabricado tan de manual como éste se puede encontrar un mínimo poso de realidad musical. Estos cinco comenenas son, aparte de lo obvio, correctos intérpretes de un soul blanco, insípido para todo aquel al que le guste la música de verdad, pero tan comercial para las jovencitas como los refrescos con burbujas, las criaturas virtuales y los jerséis azules con rayas anchas. En directo se les ve cumplir con disciplina ciertamente espartana, dándole más cuerda al baile y la exhibición corporal de lo que realmente sería pertinente para tomarlos en serio. Incluso se atreven,a modo de chiste, a tocar ellos mismos una de sus canciones, Quit playing games y salen hasta bien librados de la obligada interpretación en solitario de un tema cada uno; en especial el rubio Brian, que exhibe cierto nivel de gusto al entonar la balada That's what she said.En general, se comportan como el eterno producto americano diseñado para las más jóvenes de la casa, pero sí parecen tener algo más de chicha -no sólo en el sentido cárnico del término- que las Spice Girls. Claro, que ya se sabe que estas últimas son británicas y, como tales, bastante más bordes.