Marina arremete contra el pensamiento europeo en el congreso de filósofos jóvenes

José Antonio Marina inauguró ayer el 35º Congreso de Filósofos Jóvenes, que se celebra en Barcelona, y lo hizo extendiendo el certificado de defunción del pensamiento europeo, en general, y de la posmodernidad en particular. Lo que ahora viene es la "ultramodernidad", dijo el pensador, quien cargó contra cualquier tentación nihilista en un congreso cuyo lema central es "Occidente y el problema del nihilismo".Marina pronunció su charla en el paraninfo de la Universidad de Barcelona y fue precedido en el uso de la palabra por el rector, Antoni Caparrós, y el decano de Filosofía, Agustín González...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

José Antonio Marina inauguró ayer el 35º Congreso de Filósofos Jóvenes, que se celebra en Barcelona, y lo hizo extendiendo el certificado de defunción del pensamiento europeo, en general, y de la posmodernidad en particular. Lo que ahora viene es la "ultramodernidad", dijo el pensador, quien cargó contra cualquier tentación nihilista en un congreso cuyo lema central es "Occidente y el problema del nihilismo".Marina pronunció su charla en el paraninfo de la Universidad de Barcelona y fue precedido en el uso de la palabra por el rector, Antoni Caparrós, y el decano de Filosofía, Agustín González. Nada de ello le frenó. Tras empezar definiéndose como un "filósofo a la intemperie", en el sentido de que ejerce fuera de las aulas universitarias, añadió que éstas funcionan como un invernadero cuyo interior es especialmente propicio a las "malas hierbas" y a las "epidemias de hongos".

Una vez hubo liquidado el pensamiento universitario, pasó a encargarse de los pensadores franceses, pura invención del aparato poublicitario del país vecino, dijo. Jacques Derrida, Maurice Blanchot, Jean-Franrçois Lyotard, Baudrillard son "filósofos del tres al cuarto" cuyo único mérito es estar vinculados a la academia francesa.

Y no son los únicos cuyo pensamiento no vale un duro. Gabriel Albiac, por ejemplo, debería "dedicarse a otra cosa", mientras que Pier Aldo Rovatti y Gianni Vattimo, como exponentes del pensamiento débil, no pueden "ser tomados en serio" ya que sus alusiones al ser de Martin Heidegger no pasan de ser un galimatías ininteligible. Y con ello se llega a uno de los meollos de la cuestión. Ya que, explicó Marina, cuando a alguien se le espeta que sus palabras no las entiende nadie, la respuesta es que "en el fondo, de los filósofos lo interesante es lo que no han dicho". Total: nada. Una nada que, sin embargo, está sirviendo de enganche a la derecha, ya que al negar la existencia de verdades abre la posibilidad a que la mejor verdad sea la que imponga la fuerza.

Contra el nihilismo

Frente a tanta vaciedad, frente a la tentación del nihilismo que no hace sino lograr que el inidividuo se resigne y renuncie a la lucha, dijo Marina citando a Nietzsche, sólo queda la ultramodernidad. Una modernidad que toma la ciencia como punto de partida, que reivindica la noción de sistema y que trata de recuperar la existencia de la verdad con criterios que sirvan para definirla. Y, como punto final, la definición de una nueva noción de inteligencia que supere la etapa en la que ésta fue asociada a la razón (modernidad) y que vaya más allá del esteticismo posmoderno.En el diálogo que siguió a la charla, una de las asistentes se agarró a la yugular del conferenciante. Empezó asumiendo las críticas de Marina al pensamiento contemporáneo, pero lamentó que se quedara en la defensa de un romo sentido común, adjetivo éste que, aunque no lo dijo estaba claro que aludía tanto al carácter genérico como al vulgar del citado sentido.

Para hoy están previstas las intervenciones de Angel Gabilondo y Gilles Lipovetsky, así como el estreno de la versión teatral del ensayo de Miguel Morey Deseo de ser piel roja, que obtuvo el premio Anagrama.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En